Llegan las vacaciones de verano y como no tenemos nada mejor
que hacer, nos vamos a continuar nuestro proyecto de completar la GR11 desde el
Cap de Creus hasta el Cabo de Higuer.
En este segundo período hemos invertido otros cinco días
para completar otras tantas etapas que nos han llevado a introducirnos en
paisajes de aspecto más pirenaico y a movernos por encima de los 1.000m de
altitud. Vamos, que empieza lo bueno.
TRANSPORTE
Esta vez nos dirigimos con nuestro coche hasta Olot donde lo
dejamos aparcado. Desde aquí tomamos un
autobús que nos dejó en Figueras donde pasamos la noche y al día siguiente
cogimos un autobús a las 6 de la mañana que nos dejó en Albanyá, pueblo en el
que terminamos la última vez y desde donde empezamos ahora.
Para el regreso desde Planoles, última población de este
período, utilizamos el único autobús que pasa por esta localidad y que, en
dirección a Vic, realiza una parada en Olot donde nos espera nuestro coche.
ALOJAMIENTO
Muchos (y muy valientes) senderistas hacen el tramo de
Albanyá a Beget en una sola etapa pues no hay ningún pueblo ni refugio guardado
intermedio, así que la gente prefiere darse el sobo y dormir en cama con cena
caliente en la mesa. No es nuestro caso
pues comernos más de 2.000m de desnivel y 35k de distancia en una sola jornada,
aunque posible, nos resulta insufrible en pleno verano y como inicio de
vacaciones.
Yo que soy una cobarde, no descanso hasta encontrar una
solución alternativa, así que siguiendo el consejo de la web rutespirineus.org,
que estamos utilizando como guía por ser bastante completa, me pongo en
contacto con el Centro Excursionista de Olot donde, por 8€ por persona y día,
te dejan las llaves de las instalaciones de “La Casa de Talaixá” ubicada en el
Collado homónimo donde hasta los años ’70 del siglo pasado se ubicó la
población de varias casas con su Iglesia dedicada a San Martín. También hay, en la misma construcción, un
pequeño refugio abierto donde bien se puede pasar una noche. La única desventaja del lugar es la ausencia
de agua.
El resto de alojamientos, como la vez anterior: hostales
reservados con antelación a través de la web de Booking (por cierto, en época
estival hacerse a la idea de que va a salir algo caro todo) excepto en Nuria
donde nos alojamos en el Albergue, añadir que fue la peor noche de todas, ahí
lo dejo.
AGUA Y ALIMENTACIÓN
Las dos etapas que nos llevaron de Albanyá a Beget fueron
las más sensibles para el tema del agua y la alimentación, por no haber ninguna
localidad o refugio guardado de paso.
Nos tuvimos que cargar a los hombros la cena del primer día y el
desayuno y comida del segundo pero valió la pena zamparte una sopita de sobre y
una lata de ensaladilla que supieron a estrella michelín en semejante paraje.
En Sant Anyol de Aguja (a medio camino entre Albanyá y
Beget) hay fuente, pero mana poco, no estoy segura si manará todo el año. Nosotros tuvimos suerte y allí estaban los
voluntarios de la Asociación de Amigos de Sant Anyol que para sacar fondos nos
vendieron un par de latas de cerveza y un par de botellas de agua de litro y
medio (más peso a la mochila ¡arg!).
En Talaixá tienen un par de depósitos donde recogen agua de
lluvia que no es potable y no siempre están llenos. Lo mejor es hacer lo dicho, acarrear agua
desde Sant Anyol.
El resto como siempre: desayunos y cenas en los alojamientos
y comida de ataque en la mochila
(embutido, pan, frutos secos…).
DESCRIPCIONES:
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