martes, 11 de septiembre de 2012

JÓVENES CASTORAS: Jabalineando en el Cuezo (2.049m.)

Por fin consigo quedar con mis “muymejoresamigas” para irme al monte.  Como una de ellas pone la casa, la quedada se cita en Bielsa y una vez allí empezamos la no poca ardua faena de elegir excursión que nos satisfaga a todas, o sea, a las tres.

Después de un ratico dando vueltas al mapa, la lugareña belsetana tiene una visión extraordinaria y propone el Cuezo, en el mapa saca buena cara y desde luego por su ubicación tiene que ser un mirador estupendo.  Bien, calculamos unos 500m. de desnivel así que sin preocuparnos más comienza la sesión de marujeo hasta entrada la madrugada.

Entre despertarnos y no, desayunar y no, “qué me pongo” y no… se nos hacen las tantas pero da igual, el recorrido es corto y ya no hace el calor de agosto.  Antes de nada a buscar al perro y a saludar progenitores belsetanos, así resultamos informadas de un itinerario que no aparece en el mapa pero que no puede tener pérdida y aunque más empinado será más corto, decidimos optar por el consejo paternal.

Salimos por fin de Bielsa carretera a Pineta para desviarnos a la derecha hacia Espierba que dejamos atrás por una pista a la derecha dirección a los llanos de Diera.  Justo cuando la pista empieza a sacar mala cara, divisamos un hito a nuestra izquierda que consideramos debe ser el inicio de la ruta.




Empezamos a andar por una antigua pista muy empinada que nos sirve de entreno para lo que nos espera.  Llegamos a unos prados muy tupidos y bastante arados por jabalíes que pronto se convierten en bosque por el que no transcurre senda clara, por pura intuición y siguiendo ligeras trazas pisadas que suponemos de animalicos y/o cazadores vamos ganando altura y sudando la gota gorda.  Aquí se produce la primera y única baja del día: la rubia no tiene ganas de “jabalinear” y se vuelve al coche.  Las dos morenas jóvenes castoras continuamos marcha orientándonos como podemos por el bosque y buscando el itinerario menos tupido posible hasta que ¡caspita! Nos encontramos con un muro calizo que bordeamos dirección norte hasta encontrar un paso que nos deja ver un poco de luz y sospechar las peazo vistas que vamos a tener en breve. 


Un poco más de jabalineo y por fin nos plantamos en lo alto.  Ya sólo queda continuar dirección norte disfrutando del paisaje hasta un mojón que nos señala la cima.  ¡Que gustazo! Bien de fotos y de disfrutar de la agreste belleza de Pineta y sus montes.


Oímos un trueno y decidimos bajar, sabemos que no hay peligro pero más vale no arriesgar.  El descenso se nos hace corto a pesar del inevitable jabalineo aunque esta vez mi joven castora compañera hace gala de su título de guía y nos lleva a ambas por mejor itinerario hasta el coche donde la rubia se alegra de nuestra hazaña y entre las tres decidimos considerar la gesta como “triunfada total”.

Recomiendo muy mucho esta discretísima cumbre, eso sí, lo mejor es seguir el itinerario “normal” aunque tampoco mucho más transitado que sale de la pista de espierba.

Fecha real de la triunfada: 15 de septiembre de 2012
Cartografía: Editorial Pirineo nº5 Bielsa-Bal de Chistau
Fotos: ya se sabe

lunes, 3 de septiembre de 2012

IBIRQUE EN VERANO



En cuanto empieza el calor, allá para Mayo-Junio, abandono la sierra.  Demasiado calor para disfrutar el monte.  Sin embargo, esta semana ha empezado a refrescar y de paso una buena amiga ha tenido un encuentro extrasensorial consigo misma decidiendo probar suerte con esto del monte.  Y allí estoy yo, como siempre dispuesta a ganar adictas.

No lo dudo, se puede ir a la sierra y así no hay que madrugar cosa que la moza seguro agradece.  Sólo queda elegir un paseo bonito, corto y sin dificultades de esos que dejan buen sabor de boca a quien nunca ha pisado el monte si no es con zapatillas automóviles de caucho.  Decidido: Ibirque, ruta corta, bonita pues transita junto a un bellísimo barranco y con muy poquito desnivel.  ¡Esta lo va a flipar!.


Salimos de Güeskonsin dirección Arguis, de allí por la carretera vieja de Monrepós y dejando a la izquierda el túnel de la manzanera cogemos la pista asfaltada hacia Nozito.  Un par de curvas antes del desvío de Bara, dejamos el coche en una explanada a mano derecha.  Desde la explanada echamos a andar por la “carretera” en dirección Nozito unos pocos metros hasta encontrar la entrada a la senda estupendamente señalizada.  Ya sólo hay que seguirla con un poquito de atención pues es cruzada muchas veces por caminos de ganado y otras sendas que vete tú a saber ánde van.  Si se está atento, hay marcas roji-blancas y algún hito que llevan la dirección correcta.  Y así, andando cómodamente y disfrutando de las bonitas pozas del barranco que aunque lleva poco agua, lleva la suficiente para mantenerse limpio llegamos al pueblo abandonado de Ibirque donde el sol pega de bien.  Latita de ensalada del mercadona, tragazo de agua y a bajar por el mismo camino con parada refrescante en badina de agua limpia y heladora que nos deja las piernas (y otras partes del cuerpo que no voy a nombrar) estupendas de la muerte.



Me parece que elegí bien la ruta porque mi amiga ya quiere volver al monte.  Objetivo conseguido: ya tenemos otra adicta.

Las fotitos, como siempre, son mías pero se puede hacer uso que ya sé yo que no son ninguna maravilla que pudiera rendirme beneficio alguno.