lunes, 29 de junio de 2015

Lac d'Isabe




37ºC a la sombra y subiendo.  Con este panorama nos despedimos de Güeskonsin y ponemos marcha hacia el otro lado del Pirineo en busca del frescor y verdor franceses.  Hace un par de años que leí una entrada de David en su Blog sobre este bello lugar y se me antoja un destino ideal para estas condiciones.  Nos vamos Cuñado, Mediasobri y yo al Lac d’Isabe.

Cruzamos la frontera por El Portalet y continuamos por la carretera pasando Gabás.  Hay que buscar una pista a la izquierda justo antes de un puente sobre el Barranco Vitet.  Remontamos la pista válida para cualquier vehículo con un poco de tiento, hasta las señales de prohibido el paso y justo antes de un puente, a la sombra, aparcamos.

Ya en el coche me he acordado de que no he metido ni cámara de fotos ni gps en la mochila.  Menos mal que llevo mapa y que estamos en pleno siglo XXI y llevamos móviles súper atómicos con cámara de fotos y gps incluido.  ¡Ala pues! Ya no hay excusas, empezamos a andar.


Obviamos el puente y nos adentramos en el bosque por una pista dejando el barranco a nuestra derecha.  Nos acercamos a un gran tubo y nos desviamos a la izquierda para pronto encontrarnos con una bifurcación en un prado de hierbas altas, sólo hay hito a la derecha así que allí nos encaminamos.  La senda transcurre casi llana totalmente paralela al barranco que se escucha unos metros más abajo.  Conforme voy recordando la descripción de David, nos encontramos un alud que cruzamos para luego ir caminando en suave ascenso mientras disfrutamos del frescor y belleza de esta selva de Abeto y Hayas surcada por unas cuantas surgencias y barrancos que magnifican el aspecto de este lugar.



Llegamos a una pequeña presa donde nos cruzamos con la pista principal que muere aquí.  Cruzamos el barranco y comenzamos el grueso de la ascensión de hoy.  La senda sube decidida entre el bosque y apenas describe alguna zeta que nos deje relajar las piernas.  Conforme vamos dejando el barranco a nuestras espaldas, su sonido desparece.  Pero al rato empiezo a escuchar un murmullo de agua lejano y pienso en una cascada que pronto se nos aparecerá despeñándose 400 metros desde el ibón que aún se hará de rogar.


Con la vista de la cascada hacemos un descanso para comprobar que aún nos queda casi medio desnivel por completar.  Nos hidratamos bien y nos pertrechamos con los elementos necesarios para acometer una terrorífica solana empinada que nos exprime el sudor y los ánimos.  Vamos muy lentos pero los cuerpos no dan para más, especialmente el de Mediasobri pobrecica que mira que somos malos los adultos que la metemos por estos sitios.  Conforme vamos subiendo, las vistas a nuestras espaldas se abren y algún rato aún corre una suave brisa.  


Ya estamos cerca y la pendiente se suaviza mientras nos vamos introduciendo en un mini-collado que sirve de portal a este precioso ibón que parece sacado de una revista de la National Geographic…


Para la bajada desandamos nuestros pasos hasta la presa, pero aquí en lugar de buscar la senda, continuamos por la pista hasta el coche que, resguardado por una estupenda sombra, nos espera para regresarnos al horno de la Hoya de Huesca.

No duden, señoras y señores, en acercase a este idílico lugar.  Es una excursión algo exigente pero sencilla con una gran recompensa final. 





Fecha real: 28/06/2015

AQUÍ el track (sólo de bajada)

Desnivel total aproximado: unos 1.000 m.

Distancia recorrida: casi 12km.

Tiempo invertido: muy despacio, no llega a 7h.



jueves, 25 de junio de 2015

Ibón de Iserías


Primer domingo de verano, la meteo se augura tórrida y nosotros tenemos pocas fuerzas que ha sido una semana dura.  Buscamos algo suave y con “final feliz”.  Pues oye, un ibón es una opción siempre agradable y más cuando es uno que no se conoce.  Nos vamos a Iserías pues, a ver qué hay.

Dejamos el coche en la explanada de Col de Ladrones y empezamos a andar por el fondo del Valle de Izas dejando a nuestra izquierda el barranco homónimo y siguiendo las marcas de GR11 nos adentramos en “La Cantalera” que no es más que un roquedo que superaremos por senda muy clara hasta llegar al alto donde se abre el valle, verde rabioso en este primer día de verano 2015.  Sin más.  Ninguna dificultad más que caminar y caminar, hoy con un calor bastante agobiante pero una ligera brisa nos va salvando y la explosión vegetal este año nos mantiene sobradamente entretenidos…


Vamos muy lentos porque me ha dado un ataque “fotografiador” y no paro de cazar flores.  Aún así, casi sin querer, nos encontramos en las inmediaciones de la Cascada de las Negras cercana al refugio de Izas o de Iserías (dependiendo del mapa).  Nos acercamos a hacerle una foto y desde aquí divisamos el camino que hemos de recorrer.


Regresamos al camino y tras cruzar otra vez un pequeño barranco, buscamos una roca muy grande con marcas de GR  y PR.  A partir de este punto seguiremos continuamente las marcas blanco-amarillas por senda muy clara que remonta la ladera haciendo tantas zetas que casi nos mareamos.  Llega un punto en que nos aproximamos a un pequeño circo que parece imposible sortear, pero la senda realiza un decidido flanqueo bajo y entre las paredes rocosas para depositarnos en la Cabaña de la Vuelta de Iserías.



Transitamos por encima de aquellas paredes que nos parecían tan furas y ahora se rinden a nuestros pies.  La pendiente aumenta y con ella el calor.  Más zetas hasta auparnos a un verde collado que nos abre las vistas al Circo de Iserías pero el Ibón se hace de rogar un poco más y hasta que casi caemos en él, no lo vemos.  La verdad es que es un rincón espectacular.


Tras una larga parada durante la que remojamos pies, hacemos fotos, comemos, bebemos y descansamos, comenzamos el regreso por el mismo camino.  Ahora hacen acto de presencia las nubes de evolución, lo cual suaviza las temperaturas y mejora la luz que nos deja fotografiar el Campanal de Izas que esta mañana se “quemaba” con tanto sol…


Al llegar a la gran roca donde se separan GR y PR, en lugar de buscar la misma senda por donde hemos venido, nos mantenemos un poco más arriba a nuestra izquierda con el barranco a la derecha.  Resulta que, no sabemos por qué, la GR11 está dividida en dos que van paralelas.  Si utilizamos la más cercana al barranco, al venir, no veremos la señal ni las marcas blanco-amarillas de la PR para ir al Ibón.  He marcado un waypoint (sí, he marcado uno, yo solita) como “primer desvío” para que nadie se empane ni pierda tiempo como nosotros y vayáis derechos al destino (aunque os perderéis la cascada, si eso).



Contemplamos el “pre-circo” que hace unas horas hemos superado y constatamos que aquello de que “el monte engaña” es tan cierto como que los políticos son una banda de mangantes y nos parece increíble haber subido por ahí con lo empinado y complicado que parece.

Detrás de esas murallas, pasado el collado, está el Ibón de Iserías

Y así termina la excursión de hoy, señoras y señores.  Muy fácil y muy recomendable… ¡anímense ustedes!




Fecha real: 21 de junio de 2015


Desnivel: 937m.


Distancia recorrida: 14,5km.


Tiempo total invertido: casi siete horas

miércoles, 10 de junio de 2015

Llena del Bozo (2.566m) Circular subiendo por el Paso Napazal y bajando por el Collado del Bozo



Este fin de semana son las Jornadas de Orquideología de Biescas y los compañeros blogueros se reúnen allí mientras que servidora, tras un mes de viajes y mucho trabajo, decide buscar actividad montañera para calmar ansias.  Cuñado se apunta y decidimos irnos mano a mano al Llena del Bozo que teníamos entre ceja y ceja desde que este otoño el mal tiempo no nos dejara subirlo.

Aparcamos justo antes de la valla verde que cierra la pista asfaltada que viene desde el pueblo de Aísa.  Empezamos a andar por la pista que pronto abandonaremos cruzando el Barranco de Igüer que queda a nuestra derecha para girar inmediatamente a la izquierda siguiendo la marcada senda que va ganando altura por la loma.  Topamos con la GR11 y la abandonamos para seguir por el hombro “lomero” como si quisiéramos ir al Aspe.  Al llegar a un abrevadero seco que se sitúa justo debajo del embudo que da pase a la normal de este último, hacemos una primera parada de avituallamiento y refresco que hace un calor abrasante con lo pronto que es.


Retomamos la marcha dejando a nuestra derecha el camino del Aspe y su embudo.  Transitaremos por una fina senda bajo las paredes del Llana de la Garganta mientras nos vamos orientando al Norte para comprobar que la pala de acceso al falso collado que hemos de superar antes de llegar al Paso de Napazal está cubierta y perfecta para sacar los hierros.


Vamos progresando por la derecha del nevero hasta que llega un momento en que no queda otra que pisar la nieve que, a pesar del calor, se encuentra estable y ¡con huella!.  Perfecto.  Mientras la pendiente se deja, avanzamos sin necesidad de herramientas hasta que nos situamos justo debajo de la “pared” final que conforma el falso collado puñetero.  Paramos y desenfundamos el armamento para resolver los ¡cuarenta graditos! de pendiente que nos esperan.  Vaya sudada nos pegamos oiga, menuda forma de apretar dientes y posaderas con la de tiempo que hacía que no me metía yo en una de estas. 


Muy dignamente, superado el mega-repecho blanco, salimos por nuestra izquierda al vallecito que remontaremos, nuevamente por la derecha de otro nevero mucho más suave que no pisaremos.  Y así nos situamos en el Paso de Napazal para contemplar el abismo de la canal que se abre paso desde el norte haciendo de ventana que deja intuir las vistas que tendremos dentro de un momento en la cima.  Pero antes hay que recomponerse con una mini-parada.



Desde aquí observamos unos montañeros que bajan directamente de la cima y gracias a ellos vemos las trazas de senda e imaginamos el itinerario que nos queda hacia la arista cimera.  Reemprendemos la marcha y nos los cruzamos, momento que aprovecho para agradecerles la huella y preguntar por la bajada hacia el paso de Aísa a lo cual me responden que se ve perfecto y sin nieve.  Nos va a salir una vuelta fetén a este paso.


Caminamos por una ladera rocosa muy empinada siguiendo los hitos que nos van indicando el mejor paso que, apoyando un poco las manos, nos encarama en la arista cimera que me cuesta superar de lo lindo.  El calor y el cansancio se notan ya a estas alturas con poco menos de cuatro horas de actividad en la espalda.

La cima nos recibe coronada por un gran hito y nos abre unas magníficas vistas complicadas de fotografiar por la mala luz de los días de calor y nubes de evolución.  Se está estupendamente, hace calor y a ratos sopla una suave brisilla que invita a la siesta, nos tomamos nuestro tiempo para comer.



Para bajar damos la espalda al itinerario de subida y seguimos los hitos que se dirigen al Puerto de Aísa.  En principio, deberíamos seguir hacia este último y luego descender suavemente el valle, pero a nuestra izquierda se abre una pedrera con muy buena pinta y tenemos claro que no seremos los primeros ni los últimos en lanzarnos a fluir.  Esto sí es una pedrera y no lo del otro día.  Entre saltos, deslizamientos y carcajadas llegamos a la orilla del recién nacido Barranco de Igüer para hacer una parada y vaciar las botas de la poca gravilla que pueda haber entrado.



Cruzamos el barranco y caminamos ahora bajo las faldas de la Sierra de Bernera disfrutando de la suavidad del terreno y del viento que augura futuras tormentas para la noche.  El entorno está magnífico ahora que los rigores del calor van dando algo de tregua y mientras echamos algún vistazo atrás, casi sin darnos cuenta, llegamos al Collado del Bozo.



Desde aquí sólo nos queda seguir la GR11 que abandonaremos campo a través para llegar al fondo del valle y hacer las últimas fotos antes de cerrar el círculo del itinerario y llegar al coche.  Cerveza del triunfo en Villanúa y para casa que aún nos dará tiempo de irnos de cañas por ahí antes (y después) del partido de fútbol.






AQUI el track

Fecha real: 06/06/2015

Desnivel acumulado: 1.175m.

Distancia recorrida: 12kms.

Tiempo invertido: 7h. 45m. con paradas al solete





martes, 2 de junio de 2015

Punta Cochaldo (2.213m). Subida por la Canal del Burro y bajada por Collado Cochaldo y el Forau



Tal como te miras hacia la norte de Sierra de la Partacua, tomando como referencia Peña Telera hacia la izquierda, se yerguen una serie de peñas solitarias y abandonadas en pos de su deseada y transitada hermana mayor.  Para hoy me proponen una de las menos transitadas: Peña Cochaldo.

Hoy por fin me acompaña Cuñado, que ya tenía ganas de que conociera a alguno de estos chalados blogueros que frecuento últimamente, así que nos encontramos en Biescas con J.M. y su inseparable Yeti, David y Kankel.  Así soy yo.  Después de varias semanas con apenas actividad, me uno a esta banda de sacos de endorfinas con ganas de marcha montañera por terrenos de “aventura y diversión”.  ¡Quien me mandará a mí meterme en estos fregaos!.  En fin.

Nos ponemos en marcha por la carretera dirección Piedrafita parando antes en las inmediaciones de Santa Elena para dejar la furgoneta que utilizaremos al regreso.  El parking del parque de La Cuniacha nos recibe solitario y fresco para empezar a caminar por la pista del Ibón del Piedrafita.  Pronto nos desviamos dirección a Plana Terrosa por donde transitaremos en busca de la Canal del Burro cuya amplitud vamos contemplando a la derecha de nuestro destino final que ya se alza sobre nuestras cabezas como diciendo “ven, ven, que lo vas a flipar listilla”.


A estas que pasamos cerca del famoso Arco Natural y decidimos hacer una primera parada antes de afrontar la resolución de la Canal que aunque fácil, sabemos será dura y reemprendemos la marcha atravesando una pedrera en la que pierdo de vista a “los endorfinos” y me despisto siguiendo el camino muy claro hacia la base del Arco.  Menos mal que me entra el talento y decido que por aquí no debe ser así que aprovecho que hay cobertura y llamo al cuñado para asegurarme que debería haber seguido a mi izquierda en la pedrera para abandonar el camino más evidente.  Enseguida me reagrupo y comienza el ascenso por la Canal.


La Canal del Burro se presenta sencilla aunque empinada y hoy nos ofrece su mejor cara con un terreno seco y limpio que, ayudado de bastones, resulta más cómodo de lo que una se puede imaginar en principio.  La poca nieve que le queda, está a nuestra izquierda y no necesitamos pisarla en absoluto, lo cual nos hace rabiar por llevar (una vez más de tantas) el peso de piolet y crampones que no utilizaremos en toda la jornada. Tras remontar zona de hierba, nos acercamos más a la nieve y roca que sortearemos hacia nuestra derecha con una trepada sencilla que nos acerca a las inmediaciones del collado que alcanzaremos realizando un suave flanqueo por terreno pedregoso pero seguro.




Disfrutamos de la belleza de este paisaje olvidado.  Se agradece el silencio y la soledad.  Todas las dificultades se hacen menos cuando la recompensa se convierte en paisajes alpinos y recónditos como este.

Continuamos ahora por el filo en busca del mejor camino para descender en busca de la base de Peña Cochaldo que nos vacila de cerca haciéndonos discurrir para buscarle la debilidad que nos de paso a su cima.  No sin esfuerzo, por empinadísimas laderas de verdura fresca que de estar húmedas serían prohibitivas, nos vamos aupando hasta un paso de fácil trepada por tierra y roca que nos deposita en la sorprendentemente suave y plana cima.  Pese al viento y como es de rigor, aquí nos hacemos fotos varias y aprovechamos un trasaire donde hace incluso calor para echar un par de bocados y otro tanto de tragos antes de comenzar el regreso.


Si hasta ahora pese a la dureza de la ascensión, me había sentido contenta y encantada de la inaccesibilidad y por tanto, soledad del lugar, la bajada se me presenta dificultosa.  Nos toca ir buscando sortear la empinadísima ladera cubierta de verdura que sujeta lo justo para ir apoyados apenas con el canto de la bota mientras el miedo se me va apoderando.  Menos mal de la inestimable ayuda del cuñado y David que me llevan entre ambos pese a que el mal terreno es el mismo para todos.  Tras un buen rato de sufrir, nos adentramos en un bosque de pinos que nos dará paso al Collado Cochaldo que nos ofrece una pequeña pradera para descansar a la sombra de un pequeño grupo de gendarmes, rincón que se encarga de devolverme la alegría de la recompensa tras el esfuerzo.


Creíamos que desde aquí el itinerario sería más sencillo pero nada más lejos de la realidad: la ladera no ceja en su dureza y no sólo se empina más sino que ahora nos presenta un terreno de aliagas y pinchos variados que salpican una pedrera mala y antipática de esas de resbalar paso sí paso también lo suficiente para que más de uno terminemos con las posaderas en el suelo en el mejor de los casos o en una aliaga en el peor que, por supuesto, es el mío.

Por suerte, tal como esperaba, esta excursión siempre tiene una sorpresa que compensa todo lo demás y, al final de este infierno de roca y pinchos nos desviamos por la derecha en busca del Paso del Forato, una covacha con entrada y salida que mediante un par de sencillos destrepes nos abre las puertas del terreno verde, dulce y suave de las inmediaciones del refugio de Furcunfiecho en el que aprovechamos para hacer otro muy merecido largo descanso.


A partir de aquí sólo nos queda atajar la pista siguiendo una senda que después de lo pasado nos parece autopista hasta encontrar el desvío a Santa Elena para tomar la GR que, paralelos al barranco del puerto, nos devolverá a la realidad.


Fecha Real: 23/05/2015
Desnivel: 965m.
Distancia recorrida: 13km.
Tiempo empleado: 8h30min con varias y largas paradas

Pinchando en sus nombres al principio de este post, encontraréis la reseña y traks de J.M. y David

¡¡¡ATENCIÓN!!! Excursión DIFÍCIL.  A pesar de la belleza del lugar, se trata de un itinerario que desaconsejo especialmente si se tiene vértigo y/o se tiene poca costumbre.  Hay que tener muy buena orientación y estar mínimamente entrenado.