martes, 21 de agosto de 2012

HIGHWAY TO VALLIBIERNA


Se acercaba el San Lorenzo y como estoy un poco anémica (eso dice el médico, yo digo que estoy floja… son maneras y maneras de ver las cosas) decidí escapar como una auténtica cobarde e irme al monte que se está más fresco, se descansa mejor y la altitud hace sangre (esto lo digo yo, al médico ni caso).

Dormimos al albergue del caracol (furgoneta con cama improvisada súper cómoda que lo flipas) que Bonito del Norte ha acondicionado con suma agilidad para la ocasión.  Despertarse en la mismísima presa de Llauset fue una gozada después de otra gozada de noche fresquita y estrelladísima como hace tiempo no disfrutaba.  


Con ese buen sabor de boca y mientras la luz va iluminando cumbres empezamos a caminar cruzando un pequeño tunelcito tras el que seguimos la senda que bordea el embalse por su derecha.  No hay más que seguir las marcas roji-blancas de la GR11 para llegar sin problemas al Ibón de Botornás donde hacemos una primera paradita de hidratación.


Seguimos por la autopista-senda GR cruzando un par de veces el barranco cuyo nombre no recuerdo hasta una bifurcación que por la derecha nos mandaría al collado de Vallibierna y desde donde apreciamos otro peazo ibón.  Por llevar la contraria, nos vamos a la izquierda dirección al “pico Vallibierna por el Ibón Chelat. Un ratico más por otra autopista correspondientemente marcada y señalizada para plantarnos en otro ibón cuyo nombre tampoco recuerdo.  Desde aquí ya vemos claramente lo poco que nos queda.


Alcanzamos a la “happy family con perro” que nos había despertado haciendo fotos y almorzando en Llauset (menos mal, que si no empezábamos a andar a las “pun”), comentamos un poco la jugada que no tiene pérdida y dudamos todos de si pasaremos el paso del caballo o no.  Seguimos andando y en alcanzar lo que nos parece ha de ser el Ibón Chelat famoso, paramos a repostar que esta servidora ya nota la flojera (a ver si el médico va a tener razón al final…).


Sólo nos queda empezar a seguir los hitos que abundan por dorquier para salvar un par de resaltes con su caos granítico y abordar una pedrera relativamente cómoda, pero eso sí, muy bien pisada que nos deposita por fin en la arista cimera.  Ahora toca hacer eslalom para esquivar a la manada de críos pre-adolescentes de campamento que todavía no se saben aquello de ceder el paso al que sube.  Ya vemos la cima y me pongo contenta porque la verdad (y ahora sí le doy la razón al médico) estoy rarita del tó, tanto que hasta esta aristilla aérea pero sencilla me da un pelín de vértigo y así llegamos a la cima de Vallibierna (3067m. y olé) con sus vistas estupendísimas de las Maladetas, Aneto, etc…


Ahora toca decidir si seguimos el plan inicial que era seguir al Culebras por el Paso del Caballo o no.  Pues no.  Me noto justilla de coco más que de fuerzas ,que también me escasean, y me corta el rollo ver un grupito de valientes haciendo el tonto:


Nos ponemos a comer y llega la “happy family con perro”, tampoco se animan al ver el espectáculo funambulista y me siento aliviada de no ser la única que opina que el funambulismo se hace cuando el resto de la manada ha culminado el paso.

Ya sólo queda bajar lo subido, con calma y disfrutando de la ruta que, sinceramente, me resulta de las más bonitas que he hecho hasta ahora para subir un tresmil.  De aquí a la piscina con temperatura de ibón de la localidad de Barruera, cenita a base de escalivada y butifarra bien regada con vinito de la tierra y a dormir mansos como lirones otra vez en el caracol.  

Fecha real de la triunfada: 10 de agosto de 2012 (San Lorenzo mi patrón y las mozas que van por agua a la fuente del Ibón)

Cartografía: Editorial Pirineo nº6. Benasque - Ball de Benás. Parque Posets - Maladeta

Fotos: Esta moza que va por agua a la fuente del ibón