En amarillo la ruta que hizo esta menda, en negrillo raro la opción Pusilibro que hicieron los demás |
Como el sábado comulgaban las Pirenesobris (más guapas que ninguna ¡ea!) la cosa iba de no madrugar ni cubrir grandes distancias o grandes desniveles. Así que nada oyes, nos vamos desde Rasal hacia el Pusilibro y ya si eso el que quiera que suba y el que no pos no para luego bajar por La Foz (de Rasal)… nada, una cosa así cortita y suave.
Total que nos encontramos en El Mesón de la Foz (de Arguis) J.M.N, Pol, Luisa, David, Elena y Servidora de Ustedes, de allí por la carretera vieja de Monrepós nos desviamos dirección Rasal donde aparcamos junto al lavadero del pueblo, justo en la entrada de la pista por donde comenzamos a caminar. No hay pérdida, todo señalizado con marcas de la PR-HU -105 que llegaría hasta Aniés, así todo el rato y hacemos la correspondiente parada para almorzar en la Ermita de La Virgen de los Ríos que está totalmente en ruinas pero situada en un enclave selvático que llama al descanso aún llevando poco rato y trozo de travesía.
La senda sigue cuesta arriba mantenida pero suave y nos deposita en las inmediaciones de un collado desde el que se nos abre amplísima la vista del Pirineo que después de tantos vientos se deja ver como si estuviera al ladito mismo. Después de suspiros varios, fotografías y tragos de agua continuamos hasta una collada que parece que no llega nunca pero que allí está. Aquí la PR continuaría hacia Aniés y como ese no es nuestro destino, la abandonamos y giramos a nuestra derecha por la pista ya en dirección a Loarre cuyo castillo, al rato, se deja ver. Y así, animando ciclistas en carrera y fotografiando el castillo, llegamos al desvío de la PR que a nuestra derecha comienza el ascenso al Pusilibro. Aquí Elena y yo dejamos al resto de la banda y continuamos por la pista hasta la antena que hay en el collado donde empieza la Cresta del Pusilibro donde, tranquilas y marujeando, les esperamos mientras contemplamos las excelentes vistas.
Una vez reagrupados, comenzamos el descenso por la pista y enseguida un cartel nos indica el camino hacia Rasal. La senda, también marcada como PR, desciende suavemente por un bosque que a ratos se abre en verdes praderas que invitan a parada y fonda, cosa que hacemos cerca de una supuesta fuente que no es más que un charco (lo siento J.M., no la marca ni el mapa). Bocatas, longanizas, vinos, cervezas y cocacolas después, continuamos el camino de bajada (con alguna tediosa subidita) que se me hace más o menos corto, pasando por la Foz de Rasal y ya hasta el pueblo sin parar más que a dar algún sorbo.
Larga y entretenida ruta. El único pero que le pongo es la pista que se hace un poco tediosa, como siempre pasa con las pistas. Más recomendable y completa haciendo cima en el Pusilibro, pero de verdad, que lo tengo muy visto.
Fecha real de la excursión: 26/05/2013
Cartografía: Editorial Pirineo nº 8, El Reino de los Mallos
Fotografías: Pocas y malas, estaba tontita