sábado, 31 de agosto de 2013

Sudando los mojitos parte II: Circular Lagos de Ayous (Sí, otra vez) desde Bious Artigues


 Mientras comíamos a gusto el menú del día en Arguis empezamos a divagar sobre la posible excursión a realizar el día siguiente.  Había que buscar algo bonito y sin grandes alturas para convencer a Piresister, que tiene vértigo y no se le puede meter en berenjenales.

¡Zas! Se me enciende la bombilla y, aunque he estado hace poco, propongo los Lagos de Ayous desde Bious Artigues.  Excursión bonita, variada y sencilla.  No se hable más.

Aparcamos en el parking de abajo del Lago de Bious Artigues, en estos días de verano no queda otra.  Empezamos a andar siguiendo la senda y en poco rato estamos en el lago.  Continuamos dejando el lago a nuestra derecha por una pista forestal que se adentra en un bello, sombrío y humedísimo bosque.  Al salir de éste se nos abren las vistas del Midi a nuestra izquierda y el Casterau al frente, hacia éste último nos dirigimos atravesando el valle de la Gave de Bious.  A partir de aquí es el mismo itinerario que hice para el regreso a principios de mes cuando vine desde Astún.



¡Que gustazo ver que la gente disfruta cuando te la llevas por ahí a sitios donde no han estado!  Oye tú, que ni se me quejan de la rampa que nos queda hasta el Lac Casterau donde hacemos una paradita para rehidratarnos.  Desde aquí hasta el Lac Bersau es un paseo y, al llegar, la belleza del lugar cura todos los males y se secan los sudores olor a mojito que hemos ido expulsando en el tramo que acabamos de superar.

Ahora hay que bajar al Lac Gentau entre risas y diversión recordando los raticos pasados durante las fiestas… hay que ver lo que hacen las endorfinas estas, esto sí que es doping natural.  Decidimos comer aquí a la orilla del ibón con unos cuantos caballos y vacas a un lado y una espectacular visión de Su Señoría Midi al otro.  Mientras comemos, un potro más guapo que ninguno viene a saludarnos y nos sorprende al no querer comer, lo que quiere son “mimines” como los críos pequeños ¡que majete!.



Tras alimentarnos, remojarnos los pies y jugar con el potrillo simpaticón, nos volvemos a calzar las botas y tiramos pa’bajo que ya es hora.  Sólo tenemos que seguir la senda dejando a nuestra derecha los Lacs de Ayous, pasando por la cabaña de Ayous y adentrándonos en el bosque que poco a poco nos conduce a pasar el puente sobre la Gave de Bious y otra vez a la pista de esta mañana con ese verde, bello, sombrío y humedísimo bosque.

Al llegar al Lago de Bious Artigues hay varios chiringuitos abiertos (sí, como los de playa de aquí), así que la cerveza del triunfo nos la tomamos contemplando el Lago y las barquitas que lo surcan.  Así, más contentos que chupillas, nos volvemos al coche y a Güeskonsin city.

Fecha real de la excursión: 17/08/2013
Cartografía: Rando Éditions nº3, Béarn
Desnivel: 656m.

Tiempo invertido: 6 horetas en total

viernes, 30 de agosto de 2013

Sudando los mojitos parte I: Vuelta al pantano de Arguis

Yo pensaba que durante las fiestas de San Lorenzo me daría algún rato por salir al monte, pero mire usted que va a ser que no, que la fiesta me envolvió y la noche me confundió cambiando las botas de trekking por los vasos rellenos de mojito.

Total, que amanezco el día siguiente de la traca final de fiestas, con un muy buen sabor de boca por lo bien que me lo he pasado y con pocas ganas de nada.  Parece que el cuerpo se me ha acostumbrado a bailar de noche y dormir más de ocho horas lo cual me ha hecho despertar a las tantas y sin perspectivas de actividad montañera.  De repente suena el teléfono y dudo si será alguien que aún tiene ganas de vermú… va a ser que no, que los cuerpos ya no están para fiestas y Pirsister me informa que se van con el Cuñao a darle la vuelta al pantano de Arguis.  ¡Pos ala! Bonito y yo nos apuntamos.

Empezamos a andar cruzando la presa del pantano y continuando por la pista que lo deja a nuestra derecha y las faldas de Gratal a nuestra izquierda.  Se va ganando muy poca altura en una cuesta suave y mantenida por lo que aprovechamos los cuatro para acelerar el paso a ver si reventamos y empezamos a sudar cosa que ocurre pronto.  Enseguida nos picamos con Cuñao y terminamos casi corriendo en vez de andar, pero nos retenemos.  Bien! Ya he sudado el tinto de verano del almuerzo del chupinazo.

Pasamos las señales del gaseoducto-cortafuegos que baja de las calmas y ya se empieza a apreciar la silueta del Peiró.



Sólo tenemos que acercarnos un poco y dejándonos llevar encontramos el desvío de la pista que tenemos que coger a la derecha.  Aquí ya cambiamos de dirección y empezamos el descenso hacia el pueblo.  Llegando a él, se nos presentan un par de cuestecillas más que aprovechamos otra vez para acelerar el paso y casi correr hasta la entrada de Arguis.   Noto un extraño olor… es mi propio sudor… bien! Ya he sudado las primeras cañas. Atravesamos el pueblo y en un desvío señalizado giramos a la derecha dirección al pantano. 



El siguiente desvío lo hacemos hacia la izquierda, dirección Casa Migalón donde entramos y hacemos parada y menú del día con agua ¡vino no, por favor, ya basta!.  Desde aquí sólo nos queda salir a la carretera y seguirla hasta el punto de partida.


Fecha real de la excursión: 16/08/2013
Cartografía: ¡bah! ¡pa qué!
Desnivel: Como mucho 200m.
Distancia: 7 km.

Tiempro invertido: 2:30 horas sin contar con el menú del día

martes, 27 de agosto de 2013

Pico Bernatuara (2.515m.)




Hace días que me llega información sobre el Ibón y el Pico Bernatuara.  Del Ibón dicen que es precioso y del Pico que es un gran mirador… Habrá que comprobarlo.

He quedado con Tato (que no es mi hermano).  Tras poco menos de un par de horas en el coche y nada más entrar en la pista de Bujaruelo me llega un “guasa” de Silvia: acaban de entrar en la pista, ellos van a hacer el Barranco Gabiet con J.M.N.

Tras el correspondiente capazo con un frío que pela, nos despedimos y cada uno a lo suyo.  Nosotros nos calzamos las botas y empezamos a andar cruzando el puente sobre el Ara y siguiendo la transitada GR11 dirección al puerto de Bujaruelo.

Más o menos veinte minutitos nos cuesta toparnos con un pedazo poste de alta tensión de esos tan feos y tan criticados con razón, pero bueno, de algún sitio tiene que venir la luz para cargar los móviles ¿no?.  Aquí tenemos que desviarnos a la izquierda para ir a cruzar el barranco de Sandaruelo donde el puente metálico no sirve pa ná pero ahí lo han dejado para que lo contemplemos.  El sendero continúa a la derecha y zigaguea un poco hasta salir del bosque y depositarnos en la Plana de Sandaruelo con su correspondiente cabaña que está sinceramente echa polvo por dentro.



Empieza la solanera, hemos salido un poco tarde y el calor acecha, aunque corre una ligera brisa que alivia un poco.  Primero vamos ganando altura poco a poco y a ratos llaneando hasta que volvemos a cruzar el barranco Sandaruelo, aquí hacemos una paradita corta para hidratarnos y echar una foto a lo andado hasta ahora.



Ya intuimos lo que nos queda: una cuesta revienta piernas de esas que te hacen maldecir la hora en que se te ocurrió meterte en este berenjenal (en la siguiente foto, el pico del centro).  Por suerte, un par de Valencianos la mar de peculiares nos alcanzan y amenizan la subida con comentarios y preguntas de lo más variopintas.



Tras superar la cuesta por un terreno algo descompuesto (más que nada por la manía que tiene la peña de atajar como le viene en gana jodiendo el itinerario original y erosionando el terreno), empieza un flanqueo llaneando hacia nuestra derecha.  Aprovecho el respiro para inmortalizar la norte de los Gabietos y nada más, esperando que lo que me han contado sea cierto y arriba tenga más panorámica para cubrir.





Y en un suspiro girando a nuestra izquierda nos topamos con el Ibón de Bernatuara. ¡Ridiez! Va a ser verdad, es sinceramente bonito el jodío.  No se hable más, descendemos unos metros soportando un viento helador que vaya usted a saber de dónde narices ha salido, para buscar la orilla izquierda ya sin viento.  Los valencianos nos vuelven a alcanzar y como aquí no hace tanto viento, hacemos parada y fonda.  Majos zagales estos aunque un poco chalaus, mire usted que uno de ellos hasta se da un baño…



Como sabemos que nos queda poco hasta la cumbre, enfundamos trastos rápidamente y nos despedimos tras una divertida conversación.  Terminamos de bordear el ibón y comenzamos el ascenso.



Se nota que al pico ya sube menos gente pues la senda está estupendamente trazada.  Sólo hay que alcanzar el Puerto de Bernatuara, girar a la izquierda y dejarse llevar por la senda que en “cerocoma” nos lleva hasta el Pico Bernatuara.



Pedazo de mirador, oiga. 

Vignemale

Otal

Taillón y Monte Perdido

Gabietos

Ibón de Bernatuara y Pico Gabiet

Le pedimos a un simpático navarro que nos haga la foto de cima (esta no la pongo para salvaguardar mi imagen y especialmente la de Tato que es un músico famoso en su pueblo) y empezamos el descenso.  Otra paradita en el ibón para recuperar fuerzas y ya sin descanso por donde hemos subido, en menos de tres horetas estamos en el coche donde nos cambiamos el calzado para salir raudos al encuentro de los barranquistas que nos esperan en el camping para compartir la merecida caña de la victoria.

Esta vez el track me ha salido más o menos bien, pero mira oyes, que no lo cuelgo que hay un montón ahí en el wikiloc a disposición. 

Antes de los datos prácticos de siempre, reseñar que efectivamente el Ibón de Bernatuara me parece uno de los más bonitos que he visto, es una joyita de esas que una se pondría poco para no gastarla y admirarla siempre como nueva.

Fecha real de la triunfada: 25/08/2013
Cartografía: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.  Editorial Alpina.
Desnivel: según el cacharro este 1.143m. según mis cálculos 1.170m.
Kilómetros: unos 8 o por ahí
Tiempo invertido: 7 horas contando paradas y al paso de la vaca de toda la vida


miércoles, 7 de agosto de 2013

Jóvenes Castoras en la “Gran Circular a los lagos de Ayous”

Había quedado con una Joven Castora y su Novio para subirnos a los Lagos de Ayous desde Astún pensando en no madrugar y hacerlo en plan paseo “subir y bajar y ya está”.  Pues no, ya verán ustedes lo que se puede llegar a liar una cuando tiene el cuerpo jotero…


A las tantas de la mañana comenzamos a caminar desde la Estación Invernal de Astún, atravesando todas sus instalaciones y siguiendo recto hacia la ladera que pronto revela la senda muy evidente que nos ha de conducir hasta el Ibón de Escalar, aquí hacemos la tradicional parada “palmorzar” y emprendemos marcha otra vez rodeando el ibón y encaminándonos al Col des Moinés donde cruzaremos la frontera y empezaremos a poner los morritos como si dijeramos “u” todo el rato para pronunciar los diferentes nombres de los parajes que atravesaremos.  Pero antes de esto y una vez coronado el collado, el ruido de un helicóptero nos hace detener y mirar atrás, vemos que está aterrizando en el ibón que acabamos de abandonar y la curiosidad nos corroe así que desandamos nuestros pasos sin perder altura por las faldas del pico Astún para contemplar el rescate, lo cierto es que estamos más o menos lejos y poco podemos ver, así que continuamos marcha.




De repente una voz conocida grita mi nombre, es mi amigo Juan, me llevo un alegrón tremendo y le invito a acompañarnos pero me explica que tiene que volver pronto porque ha quedado para comer ¡¡¡Oooohhhh!!!.  Eso sí, antes de dirigirse al Pic des Moinés nos cuenta que el rescate ha sido para una señora que se ha hecho daño en una pierna.

Bueno, retomando la excursión, tras cruzar el Col del Moinés y flipando como siempre con su Majestad Midi d’Ossau nos dirigimos a nuestra izquierda rodeando el Pla de les Baques.  La senda está muy marcada y muy concurrida, sólo tenemos que seguirla y encontrarnos un cartel que a nuestra derecha nos llevaría al Lac Casterau y siguiendo nuestra misma dirección, al Lac Bersau, nuestro primer objetivo.


Nos aupamos a un pequeño collado desde el que el Pic Casterau presenta una imagen casi de leyenda y enseguida nos encontramos con el precioso lago.  Tras las fotos de rigor, continuamos marcha dejándolo a nuestra izquierda para en muy poco rato atravesar el torrente de desagüe y avistar el refugio de Ayous con el Lac Gentau a sus pies.  Aquí decidimos hacer la gran parada de avituallamiento y oye tú, lo bien que se está y como es bien dicho “donde se está bien, buen rato”.



La intención era desde aquí volver por el mismo camino a Astún y a casita, pero estamos valientes y no nos queremos perder los Lacs de Ayous así que sacamos el mapa y hacemos cálculos.  Si seguimos podemos hacer una mega-circular “súper chachi de la muer, jo tía”, sabemos que vamos a alargar muchísimo la excursión y que además tendremos que deshacer todo el desnivel ganado para volverlo a subir, bueno, hemos venido a andar ¿no?.


Rodeamos el lago dejándolo a la derecha y comenzamos el descenso dejando también a nuestra derecha los Lacs de Ayous.  Desde aquí va cambiando la perspectiva del Midi y los barranquetes de desagüe de los lagos le dan frescor a la excursión.  De momento todo bien a pesar de lo acompañadísimos que nos encontramos con tantísima gente alrededor.

Atravesamos un bonito bosque de hayas y llegamos a la Gave de Bious, aquí hacia nuestra izquierda iríamos a parar al Lac de Bious Artigues que está muy cerca.  Pero no, nosotras tenemos aún todo el camino de vuelta por hacer pues nos queda lo peor que es remontar buena parte de la pista forestal e ir en busca de la GR que, pasando por el Lac Casterau, nos ha de dirigir otra vez al Col des Moines.


Vamos esquivando personas, caballos y vacas hasta que nos encontramos en la Cabaña de la Hosse donde venden quesos, pero no paramos que yo no puedo ¡soy intolerante y me encanta el queso! ¡jo!.  Hasta aquí hemos llaneado pero ahora empieza la cuesta que vamos remontando poco a poco, pronto la pista presenta un desvío a la derecha con un cartel indicativo, a hora y media está el collado, vamos allá.  Me noto cansada pero contenta de lo bonito del paisaje así que adopto el “paso de la vaca reducido”, es decir, más lenta todavía y hago acopio de paciencia para remontar la cuesta bajo las pareces del Pic Casterau hasta el Lac Casterau que también dejamos a nuestra derecha.




Seguimos, ahora la pendiente es menor.  Enseguida nos encontramos con el mismo cartel de esta mañana y por primera vez en toda la jornada, nos desviamos a la izquierda y no a la derecha ¡bien!.  Ahora ya estamos en el mismo camino de esta mañana, rodeamos el Pla de las Baques pero dejándolo a nuestra izquierda, remontamos y llegamos al Col des Moinés donde relajamos los morritos para volver a hablar normal y bajamos al Ibón de Escalar donde paramos un ratín a disfrutar que ya todos los andarines se han recogido y estamos casi solos.  También echamos un trago y unos cacahuetes que los cuerpos están cansados ya.  Sólo nos queda bajar hasta Astún y chocar los cinco por la faena bien hecha ¡fenómenas!.



Como hemos estado en Francia, no he podido “trackear nada”, así que una vez más aquí van las cuentas de la vieja:

-Desnivel: allá que allá unos 1.162 metros
-Kilómetros: metro arriba, metro abajo unos 23
-Tiempo invertido: Nueve horazas contando unas dos horas de paradas de avituallamiento varias, fotos e incluso algún capazo.

- Fecha real del palizón: 04/08/2013
- Cartografía: Rando Éditions nº 3, Béarn