Estamos pasando unos días con los Aitas de Bonito de Norte
en La Pineda y, la verdad, a mí esto de pasarme el día haciendo la croqueta
vuelta y vuelta en la arena… pues me aburre, así que le propongo a mi
señor marido (bastante más playero él que yo, oiga, totalmente al revés del
resto de las parejas que conozco) buscarnos alguna actividad andarina para
tomar el sol y mantener la forma, todo en uno.
Tras consultar la red, nos llama la atención el asunto este
del Camino de Ronda que recorre la costa y especialmente el tramo que va desde
Tarragona hasta Altafulla, así que sin madrugar mucho pero antes de que las
playas se peten del todo, dejamos la furgoneta en un parking cercano a la
estación de trenes de Tarragona y desde ésta empezamos a caminar dirección
norte primero por el Paseo de España que se convierte en la Vía William J.
Bryant, calle que nos acerca al Anfiteatro Romano que rodearemos abandonando la
Vía y adentrándonos en un pequeño parque.
Callejeamos en busca de un paso para cruzar las vías de
tren, cosa que haremos por un viaducto que nos lleva directos al Fort de Sant
Jordi donde en seguida divisamos el inicio del camino que buscamos.
Atravesamos un parque y pasamos por el Fortín de La
Reina. Desde aquí nos acercamos ya a la
costa que no abandonaremos hasta Altafulla.
A partir de aquí sólo se trata de buscar y seguir las marcas
rojiblancas de la GR92 que, tras atravesar las playas más grandes cercanas a la
ciudad, nos irá trasladando por las calas más pequeñas de esas a las que llega
poca gente, como a mí me gusta. A ratos
atravesamos el poco bosque mediterráneo que aún se conserva y algún rato
también transitamos por algún acantilado que nos produce auténticas ganas de
hartarnos a saltar, pero va a ser que hay que seguir caminando, eso sin dejar
de darnos un baño en la playa de la Torre de la Mora de donde salimos
encantados del ambiente nada masificado y mucho más amable que en los grandes
arenales accesibles en coche.
Pasamos cerca de la Torre de la Mora para adentrarnos en el
camping de la Playa homónima siguiendo unas flechas amarillas que nos ayudarán
a abandonar las instalaciones campistas hasta la playa que atravesaremos en
busca de un chiringuito donde descansar un momento e hidratarnos un poco, que
ahora sí el calor aprieta fuerte.
Al continuar camino nos adentramos en una zona urbanizada y
vamos recorriendo un paseo costero salpicado de chalets de esos que hacen que
la envidia te corroa profundamente, por lo que apretamos paso para salir de
aquí cuanto antes y llegar a la última playa que habremos de recorrer: la de
Tamarit, con su castillo.
Más o menos a mitad de playa entramos a la población en
busca de la estación de trenes en la que esperaremos unos 10 minutos al tren de
cercanías que nos devuelve a Tarragona justo a la hora de comer. Perfecto.
Recomiendo muy mucho esta excursión para saciar el apetito
andarín los días de playa. No tiene
ninguna dificultad más que estar atentos a las señales de la GR92.
Fecha real: 11/08/2015
Desnivel: 298 m.
Distancia: 14 km.
Tiempo invertido: 4 horas
2 comentarios:
Tu eres de los míos Pirine. nosotros estuvimos nueve días en la costa brava y mientras el peque y mi mujer se iban a la playa, yo me hacia unas ferratas y algún paseo por la zona.
Por cierto que este camino también lo recorrí en algún momento, se ve que es largo de narices, sin duda una buena opción para hacerla temprano o a ultima hora de la tarde.
Un saludo
Creo que recorre toda la costa, pero hay trozos complicados con urbanizaciones, cámpings o ayuntamientos que se ponen tontos. Nosotros hemos decidido que vamos a intentar irlo completando que tiene que ser muy majo también en primavera con menos calor y sin bañistas jejeje
Salud!
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