miércoles, 15 de enero de 2014

Raqueteando por Formigal

¡Que largas estas navidades! ¡Cuánta fiesta! ¡Cuánto turrón! ¡Cuánto vino!... Pues habrá que ir sudando y eliminando toxinas ¿no?.  Pues ala! He quedado con David y Elena para darnos un garbeo por la zona de Formigal.

Nos encontramos los tres en las taquillas del parking de Anayet de la Estación de “Ejquí” de Formigal.  Nos calzamos raquetas unas, “ejquies” otro y nos disponemos a bucar el Barranco de Culibillas por donde transitamos cómodamente.



Tras cruzar una última vez el barranco, emprendemos una terrible cuesta que nos hace sudar de lo lindo y utilizar de bien nuestras artes “raquetísticas” para mantener el equilibrio.  Superado esto, nos encontramos ya en la Majada de Anayet donde nos encontramos un precioso ambiente invernal con el Pico Anayet y el omnipresente Midi d’Osaau presidiendo las postales.



Aprovechamos para descansar un ratito y retomamos marcha.  Nos dirigimos hacia el Pico Arroyeras para lo cual, justo al salir a la Majada, hemos girado a nuestra izquierda y, llaneando, nos hemos ido aproximando a la base del pico.  Ahora tenemos que ir en busca del collado de acceso que queda a nuestra derecha.  Conforme vamos ascendiendo, la nieve se va endureciendo hasta que David que ¡cómo no! nos lleva buena ventaja, nos recomienda que saquemos los crampones.


Hace unos doce o trece años que no empleo unos de estos así que perdemos un montón de tiempo en colocárnoslos.  Ya hace rato que me noto más bien floja, pero al retomar la marcha por una pendiente de nieve que aunque “clava” bien está dura, empiezo a notar los efectos de una pequeña pajara: sudo como una tocineta y me mareo.  Decido parar en un rellano y renunciar.  Elena me acompaña y David continúa hacia la cima.

Nosotras almorzamos y una vez recompuestas empezamos la bajada lentamente desandando lo andado hasta que David nos alcanza.  En la cabecera del Barranco de Culibillas, nos lanzamos a nuestra izquierda abandonando el camino de subida y dirigiéndonos a la Cabaña de la Glera (para flipar el montaje que tienen aquí los “ejquiadores”) desde donde sólo nos quedará seguir la pista de esquí.  Nosotras con mucho cuidadito por un ladito y David desapareciendo entre la gente para esperarnos más adelante otra vez en las taquillas.

La crónica de David, AQUI

Fecha real: 11/01/2014
Cartografía: A ojo cubero
Desnivel: Nosotras unos quinientos metretes

Tiempo invertido: Allá que allá unas cinco horetas de ná

3 comentarios:

Eduardo Pardo dijo...

Si es que las fiestas, y un mes parada, quieras que no se nota. Las fotos te han salido muy chulas, yo le pregunte a David que planes tenía, pero trabajaba de tarde, y me venía muy corrido, así que salí el domingo al Pico del Águila. Saludos

David Naval dijo...

Pero chica ¿eso es hacer el canelo?, jajajaja. Si fue un paseo bien majo. Lástima que estaba cubierto. Lo que no sabía es que te habías mareado, pensaba que solo era una flojera transitoria.
La próxima vez haremos lo que suelo hacer cuando voy solo con Elena, la ponemos delante y así marca un ritmo tranquilico muy llevadero.

Pirene dijo...

Lo que hicimos por aquella rampa Elena y yo ¡si que fue hacer el canelo, si! jejeje!

Nada chicos, que tenía el día tonto y ya está, son cositas que pasan.

Ale pues!