martes, 13 de septiembre de 2016

Peña Roya (2.573m) y Sabocos (2.755m) por la cresta


No me extraña que el Valle de Tena sea tan concurrido, solo hay que ver esas pedazo de Sierras que le hacen de portal: Telera al oeste y Tendeñera al este.  Es precisamente ésta última la que hoy me va a ocupar pues hace tres años ¡hay que ver como pasa el tiempo! que le tengo ganas al Pico Sabocos y no sólo a él “per se”, es que la cresta que lo une a la Peña Roya me encandiló en su día y vengo soñándola desde entones.  Así pues, hoy es el día y me acompañan Juan, Chus y Sergio.

La luna acompaña a Telera como preludio de un buen día de monte

Aparcamos en la estación de esquí de Panticosa y nos subimos hasta Petrosos en Telecabina que es más barato que pagar una transmisión del coche por meterlo en la pista.  Desde aquí nos acercamos al Ibón de Asnos siguiendo la pista y dejándolo a nuestra derecha continuamos hasta que la pista se acaba y unos hitos grandes nos marcan el comienzo de la senda por la que transitamos en claro ascenso hasta un rellano donde se emplazan unos pequeños ibones hoy casi secos.  A partir de aquí, como hace tres años, nos encontramos las marcas roji-blancas que seguiremos hasta el Portillo Chetro al que llegamos después de sufrir los rigores de la pedrera que no tiene piedad, menos mal que es poco cacho.  De aquí en “cerocoma” y a la derecha nos plantamos en Peña Roya. (Más info y fotos AQUÍ)
 
El Sabocos y la cresta por donde le vamos a dar caza

El Midi d'Ossau se yergue sobre el tradicional mar de nubes francés


Después de almorzar observando nuestro objetivo, regresamos hasta el Portillo Chetro para encararnos a la cresta que de momento se presenta amplia y sencilla permitiéndonos caminar por la derecha del filo, sobre una estrecha traza que algún rato nos acerca un poco más a la izquierda por una cuestión sobre todo práctica y de trazado.  Así, llegamos a una parada obligada que es una curiosa ventana que atraviesa la pared en la que estamos “colgados” y nos hace entender dónde estamos plantados.


Vacío al otro lado

Como bien nos han indicado quienes ya han transitado por aquí, en caso de duda nos ladeamos a la derecha y continuamos enlazando terracitas que facilitan el progreso.  Más o menos a los 2.600m de altitud, el terreno se ensancha y nos encontramos una canal herbosa por la que subimos sorteando el rebaño de cabras habitual de esta zona (la última vez me las encontré en Peña Blanca), así nos aupamos a la cota 2.642 desde la que continuamos por el mismísimo filo.  Ahora sí, la cosa se complica y vamos sorteando obstáculos trepando y destrepando algún rato con un cierto “patio” que nos hace agudizar los sentidos.  Nos ayudamos unos a otros asegurando pasos hasta que muy cerca del hombro cimero nos escoramos a la derecha en busca de mayor comodidad enlazando tramos pisados por un terreno descompuesto pero con menos sensación de vacío.  No dejamos de ascender en dirección este hasta que el instinto nos avisa que la cima está cerca, momento en el que viramos a la izquierda para en un último esfuerzo, encaramarnos en la cumbre del Sabocos.


Escudriñando el terreno

Tremendo mirador

Hace un día espectacular, así que aprovechamos la buena meteo para pasar un buen rato en la cima recuperando fuerzas que nos espera una bajada exigente, por decir algo, pues hemos observado durante toda la cresta una desafiante y anaranjada pedrera que os adelanto va a ser el menor de nuestros problemas.

La cosa se desciende regresando por la cresta dirección oeste hasta encontrar unos hitos a la derecha que marcan la entrada a la senda “normal”.  Si esto fuera solo un poco más empinado, tendríamos que haber traído cuerdas oiga, pero afortunadamente el terreno da lo suficiente como para apoyar los pies y clavar los bastones como si no hubiera un mañana.  El secreto está en seguir los hitos que describen un trazado adecuado en busca de los mejores pasos que inevitablemente nos harán apoyar el trasero más de una vez y las manos otras tantas.  Pero ¡todo controlado eh! Hoy las cervezas nos las pagamos cada uno.  Total, que al final llegamos por fin a la pedrera de nuestros desvelos que se presenta cómoda y encantadora con unas zetas perfectamente dispuestas que nos ayudan a fluir plácidamente. 

Terminando la pedrera

Al finalizar la pedrera, las paredes sobre las que hemos caminado hace unas horas, quedan a nuestra espalda y el terreno se estabiliza.  Bajamos siguiendo los hitos con la vista puesta en el pueblo de Panticosa y aunque no lo vemos, el Ibón de Sabocos está a nuestros pies.  Más o menos llegados a los 2.200m viraremos drásticamente a nuestra izquierda para flanquear la ladera y dirigirnos por traza de senda hacia el oeste hasta cerrar el círculo y continuar el descenso por terreno ya conocido hasta Petrosos donde nos subimos rápidamente al telecabina que tenemos muchas ganas de tomarnos la cerveza del triunfo, hoy muy bien merecida.

Siempre vemos marmotas por esta zona

Preciosa excursión más que recomendable.  Hace falta algo de entreno y experiencia en montaña o ir acompañado de alguien experto.  Por supuesto, cero vértigo o lo pasaremos fatal.



AQUÍ el track

Fecha real: 21/08/2016

Desnivel: 1.012m

Distancia: 11km


Tiempo invertido: 7h

6 comentarios:

carmar dijo...

Vaya, Pirene, habéis realizado una de las primeras trepadas que hicimos mi hermano y yo hace ya unos cuantos años. Me ha resultado muy agradable leer vuestra experiencia y con ella rememorar la mía.
La "empinada" pedrera de bajada se pone bien delicada en invierno, cubierta de nieve bien dura. Hay que andarse con mucho ojo por allí.
Salud y Montaña.

Amuso dijo...

Hola Pirene¡

Una vuelta bien maja hicísteis, esa cresta es de las que deja buen sabor de boca...aunque te lo quite un poco la bajada por esa pedrera tan pendiente.

¡Salud!

Fer

David Naval dijo...

Hola Pirene!
Enhorabuena, se que le tenías ganas, al final todo se consigue con constancia. Ahora a pensar en otros objetivos.
Un abrazo.

Pirene dijo...


La verdad es que es una excursión preciosa y más sencilla de lo que puede parecer al principio.

Ya veo que no he sido la única en poner el ojo en esa cresta, es que es de esos itinerarios que se te dibujan en la cabeza en cerocoma y hasta que no lo recorres no te quedas tranquila. Así tal cual.

Salud mocés! y gracias por pasar.

Eduardo Pardo dijo...

Enhorabuena por el recorrido Pirene!!!

Yo también le tengo echado un ojo a esa cresta, pero de momento ahí sigue, en la larga lista de pendientes. A veces cuando uno mira las montañas, parecen inexpugnables, pero una vez metidos en harina, vemos que no es tan difícil como parecía.

Por cierto, cuanto es el sablazo por subir y bajar por el telecabina?.

Un saludo.

Pirene dijo...

Quince lereles Eduardo, y eso que están subvencionados.

Salud!