Según viene uno de Siétamo dirección a Huesca, con un poco de imaginación, se puede contemplar la silueta de un gigante yaciente cuya nariz sería el Picón y los pies el Salto Roldán. Esta circunstancia y el hecho de que le llamen “el Cervino de Guara” hace de este pico una de esas conquistas que siempre había retrasado, parte por respeto y parte por miedo. Pero algún día tenía que ser.
Aparcamos en un “arrime” que hay en la pista que se coge a
mano derecha nada más salir de San Julián de Banzo, pueblo en el que nos hemos reunido con Elena y David. Hay que obviar el desvío que indica “San Martin
de la Val de Onsera” y en el siguiente a la derecha indica a la “Peña Man”. Empezamos a caminar en descenso para cruzar
el Barranco de San Martin tras el que encontraremos una señal que nos desvía a
la derecha para comenzar un suave ascenso disfrutando de las vistas del Salto
Roldán cuyas peñas desde aquí parecen una.
Alcanzamos un alto tras el cual descenderemos de repente al
Barranco de la Cobeta mediante un sencillo destrepe que tiene una cuerda fija
para ayudarnos. De aquí continuamos la
suave pendiente que pronto nos lleva a un alto desde el que empezamos a
contemplar la punta del Picón enfrente y la hoya de Huesa a nuestra izquierda.
Otro ligero descenso nos adentra en una zona más
boscosa. Típico ambiente “guarense”: caras
sur secas con matorral bajo y caras norte frías, húmedas y frondosas. Todo en cuatro metros cuadrados.
Flanqueamos la Cresta de la Cobeta en ligero descenso hasta
el cauce seco del Reguero del Águila para enfrentarnos al grueso de la
excursión de hoy. Una empinadísima
pendiente por típico bosque y pedrera “Guarensis” me desfondan y hasta tengo
que parar a tomarme un súper gel chute de azúcar que la pájara está
servida. Vamos ascendiendo poco a poco según
mi cuerpo rebelde lo permite y llegamos a un pequeño resalte tras el que nos
encontraremos el archifamoso paso de la cadena.
Se trata de una pequeña travesía a la que nos tenemos que aupar con la
ayuda de una roñosa cuerda fija para posteriormente sujetarnos a una cadena que
sirve de pasamanos para superar este paso un tanto expuesto que, de otra
manera, podría resultar bastante peligroso.
Entre pájara y vértigo, no pude hacer foto del paso famoso
tras el cual otro par de resaltes abren paso a la empinadísima y antipática
ladera final que poco a poco, paso adelante, paso atrás conquistaremos por fin
el Picón de mis angustias. A comer como
si no hubiéramos comido nunca y tras las fotos de rigor, para abajo por donde
hemos venido.
Destrepes y malos ratos con la cadenita de marras después,
llegamos a los coches para trasladarnos a Huesketa a por la caña del triunfo
que hoy nos la hemos ganado de bien ¡si señor!.
El track aquí
Crónica de David aquí
Fecha real: 11/01/2015
Desnivel: 820m.
Distancia recorrida: 9,7km.
Tiempo invertido: 5h.
El track aquí
Crónica de David aquí
Fecha real: 11/01/2015
Desnivel: 820m.
Distancia recorrida: 9,7km.
Tiempo invertido: 5h.
4 comentarios:
Lástima de la pajara, Pirene, porque seguro que hubieras disfrutado de esta ascensión como se merece. Eso sí, le echaste un par de *** para hacer cima en esas condiciones.
Oye, que viendo los datos del final, como no te iba a dar una pajara si hiciste el recorrido en hora y media cuando al resto del grupo nos costó cinco!!
Anda tú, pues no sabía que ha este pico se le conocía como el Cervino de Guara. Yo le tengo echado el ojo hace bastante tiempo, pero para hacerla en circular, uniendola con Lenases, Matapaños, y bajando a San Martín de la Val de Onsera. Un saludo
UPS! Ya está corregido DAVID ¡gracias!.
Sí EDUARDO, el piquito de marras tiene fama. No dejes de subirlo que es "marchosillo" y bien merece el esfuerzo.
Salud!
Para otra ve unos huevos fritos y un palmero de vino antes de andar, que son mano de santo para las pájaras y el vértigo...
¡Saludos!
Fer
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