Empieza el primer puente de la temporada, dan mal tiempo
pero nos apetece andar y la verdad es que en Huesca hace bueno así que en
despertarnos (eso sí, sin despertador) cogemos la carretera de Barbastro,
pasamos por Aínsa y al rato, al salir de Escalona, cogemos el desvío de
Añisclo. Pero no es semejante cañón
nuestro objetivo de hoy.
Para hoy vamos a dejar las hordas de turistas que disfruten de las atracciones principales del Parque Nacional mientras nosotros
nos metemos en nuestra particular “boca del lobo”, en busca de una de esas
sendas por donde pocas veces se transita y que siempre se deja para otro rato
porque es corta y tampoco lleva a ninguna parte de no ser que se combine con
alguna otra de las grandes travesías que ofrecen los Cañones de Escuaín.
Aparcamos a la entrada de Escuaín y empezamos a andar
buscando la iglesia tras la cual comienza la senda que, indicada por carteles,
baja hacia La Garganta. Al poco de cruzar el Barranco
Lugar, seguimos por la derecha hacia Las Fuentes, señalizada por un cartel que
indica lo mismo la dirección como la peligrosidad del camino, ¡ale pues! Este
es el nuestro seguro. Pronto nos
encontramos el paso más difícil de toda la jornada: una pequeña travesía por
una laja caliza asegurada con una cadena pasamanos, no tiene mucha dificultad
pero sí un patio considerable que pone el cuerpo tenso.
Al poco nos encontramos un destrepe sencillo, pero lo mismo,
a nuestra derecha se abre buen patio, así que con cuidado y esmero bajamos a
“tierra firme” para continuar por el camino, pero para poco rato pues enseguida
llega un cruce “crucial” (y valga la redundancia). Un cartel nos indica “Revilla” y “Puente de
los Mallos”, este puente es el mismo que yo prefiero seguir llamando “de
Gurrundué”, pero no es este el camino que queremos seguir, queremos meternos en
“el marrón” de la senda colgada para lo cual aquí hay que torcer a nuestra
izquierda pero como no estamos seguros de dónde, seguimos un poco para abajo hasta
que nos aseguramos que aquél que hemos obviado es el lugar adecuado así que
media vuelta y arriba otra vez. No hay
ninguna señalización y la senda parte de un pequeño claro de monte bajo que la
hace apenas perceptible, pero sí, pronto nos adentramos en el bosque siguiendo
esta coqueta y estrecha senda.
El itinerario tiene el sabor de las típicas Fajas de Ordesa
aunque el patio no es muy perceptible. Pero
lo hay y se hace visible en alguno de los pocos claros que atraviesa y
especialmente en un pequeño caos de roca que hay que atravesar, lugar en que
uno adivina más que seguir la senda.
Ahora sólo queda caminar en un ambiente de naturaleza abrupta rota
únicamente por el crujido de las hojas secas al pasar, estamos solos y
agradecemos esta sensación.
Seguimos la senda durante un buen rato, subiendo y bajando,
pero sin grandes desniveles hasta que nos cruzamos con otra senda que baja a
Las Gargantas, la obviamos y seguimos rectos en descenso hasta dar con el
Barranco Carcil en un bello paraje que una sola foto no puede resumir ni
tampoco hacer honor.
Aquí cambiamos el sentido de la marcha en un brusco giro a
la izquierda que casi nos saltamos, pero no hay pérdida, nos queda claro que no
hay otro itinerario posible. Discurrimos
dejando el barranco a nuestra izquierda y tras una pequeña pendiente,
descendemos hasta encontrarnos con una bifurcación señalizada. Esta nos bajaría al fondo de la garganta y
podríamos enlazar con la otra orilla para ir a Revilla y cerrar una circular
hasta Escuaín, pero tampoco es este nuestro objetivo de hoy (además de que no
nos da tiempo) así que nosotros seguimos por la izquierda, hacia el puente al
que llegamos al poco para contemplar la garganta, estrecha, oscura y profunda…
¡ala me voy que me mareo!.
Volvemos atrás para hacer parada y fonda en un claro muy
próximo al puente desde el que contemplamos la dirección a seguir. Toca ascender casi paralelos al camino de
venida del que nos iremos alejando hasta dar con el bello paraje de La Valle donde se nos abren las
vistas y enlazamos con la pista que nos ha de llevar de regreso a Escuaín
contemplando la norte del Castillo Mayor … ¡provocadora!.
Corta pero difícil excursión. No recomendable para principiantes por
cuestión de orientación y vértigo. A
nosotros nos ayudó mucho la descripción de la web ordesa.net (aquí). ¡Por fin mi primer track entero! Aquí
Fecha real: 01/11/2013
Cartografía: Editorial Pirineo nº4. Parque Nacional de
Ordesa y Monte Perdido
Desnivel: 457m.
Distancia: 12kms.
Tiempo invertido: casi cinco horas tranquiletes y parando
Tiempo invertido: casi cinco horas tranquiletes y parando
4 comentarios:
Muy chula Pirene. Esa foto de la cascada con las hojas y la de las pozas te han quedado muy bien. Creo que definen bien el paisaje que esconde Escuaín.
Abrazos.
Buena ruta Pirene, tengo un par de rutas pendientes por esa zona, una larga que une con Revilla, y la otra con el peque que baja a las fuentes, tendré que ir un fin de semana, porque en el día me da mucha pereza. Por fin conseguiste hacer un track, lo guardo, saludos
Pues bien maja la excursion. Las fotos ya de profesional, y el track colgado.
Ya un referente en las rutas de la Provincia. Me alegro.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Muy chula la ruta, la verdad que viviendo en Sobrarbe y bien cerca de Escuain y tenerlo tan desconocido. Poco a poco todo. Tomo nota de esta ruta muy recomendable. Saludos Pirene
Santi, Treparriscos oscenses.
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