martes, 8 de octubre de 2013

Peña Roya (2.578m.) y Peña Blanca (2.555m.)


Este verano estuvimos con Tato y Tolo dando una vuelta por Panticosa un día que estaba yo malita y no había podido acompañar a J.M.N., Silvia, y David en la quedada para subir a Peña Roya y Peña Blanca desde Santa Elena.  Aquella vez miramos el recorrido pero no subimos porque era tarde y se aproximaba una tormenta que no nos pilló por muy poco.

Esta vez Bonito del Norte, Tato, Novia, Tolo y Servidora nos ponemos en marcha menos temprano que otras veces porque la gesta de hoy tampoco requiere más.  Además estamos empezando el otoño y las sábanas se pegan al cuerpo que no veas.

Ponemos rumbo a Hoz de Jaca donde sale una pista muy bien indicada con carteles que rezan “Lago Sabocos” para aparcar en las inmediaciones del telesilla de Petroso de Panticosa.  Hemos subido sin mayor contratiempo que bajarnos del coche para reducir el peso del vehículo y sortear un badén algo roto por los desprendimientos, nada más, se puede subir con coche normal y un poquito de talento.

Desde aquí seguimos la pista en busca del Ibón de Asnos donde arribamos en seguida para realizar nuestra primera parada del día y almorzar como dios manda con degustación de longaniza de Graus y tortas de Ayerbe. 


Bien energetizados, reemprendemos la marcha por la pista dejando el ibón a nuestra derecha.  Ahora hay que estar pendientes de un desvío que tenemos que coger a la derecha, enseguida lo encontramos gracias a un hito perfectamente dispuesto y comienza la rampa durante la que nos vamos disgregando según los hitos que nos vamos encontrando y que no son pocos (ya saben ustedes, la escultura está de moda) hasta que alcanzamos un semi llano en el que nos reagrupamos y encontramos marcas roji-blancas de vaya usted a saber qué GR pasa o más bien pasaba por aquí.


Siguiendo las marcas nos encontramos con un pequeño ibón que se presenta helado ¡sí, sí, helado!, es que me he olvidado antes de comentar que, a pesar de que el sol brilla, hace un fresquito importante.  Aquí nos damos cuenta de que ese “espolvoreado” de nieve que vemos en derredor no es tal, sino que se trata de los restos de la tremenda granizada que ha caído aquí en días pasados.  Parada, fotos y a continuar marcha.


De momento el camino resulta agradable por pequeños prados, entre formaciones calizas y pequeños iboncitos que más bien son tremendos charcos de las cantidades brutales de agua que han caído hace poco.  Ya nos acercamos a la pedrera de acceso al Portillo Chetro.


Sólo tenemos que seguir las marcas de GR pero el granizo a medio derretir y vuelto a helar, ha encontrado el depósito perfecto en el trazado de la senda cosa que dificulta un camino que ya de por sí es empinado y resbaladizo.  No sin alguna dosis de esfuerzo, nos encaramamos por fin en el Portillo Chetro.


Ahora sí, todo es “coser y cantar”.  En “cerocoma” nos plantamos en la cima de Peña Roya donde nos encontramos ese pedazo de chatarra del que ya había oído yo hablar y que sí, efectivamente, es un tremendo despropósito que podríamos ahorrarnos si el instalador y/o propietario de semejante cosa en desuso tuviera un poco de amor por las cosas bellas y se prestara deshacer el mal hecho. 

En fin, que nosotros a lo nuestro y a tirar fotos a mansalva con los móviles que pa eso nos hemos dejado las cámaras “buenas” en casa (si es queeee…).  Trago de agua y en marcha a Peña Blanca que si no se va a poner celosa.

Bajamos al collado que separa a las mellizas estas y empezamos a subir la suave cuesta de Peña Blanca acompañados por un rebaño de famélicas cabras que sólo les falta hablar para pedir comida.  En un suspiro estamos en la cumbre otra vez tirando fotos como condenados.  No sé qué nos pasa, es como si precisamente el día que no hay cámara nos apetece a todos inmortalizar cada segundo.



De Peña Blanca otra vez al Portillo Chetro a comer.  Esta vez a la degustación además de la longaniza se suma la tortilla y el jamón todo regado con vino tinto de la Bota de La Real.  Es decir, recuperamos todas las calorías perdidas durante la ascensión.

Para bajar: misma ruta en un santiamén y eso que la pedrera está bastante antipática no sólo por el hielo fusionado del granizo, también las zonas que podrían ser más amigables están congeladas y duras como acero para barcos así que poco hemos podido “fluir”.

Maja ascensión oiga, con un día fresquito pero muy agradable y estupendas vistas del Vignemale y los colosos de Panticosa sólo parcialmente tapados por alguna nube puñetera.  También Telera y Collarada se dejaron ver además del Sobrepuerto en todo su esplendor con Guara vigilante allá a lo lejos.  Alguna/o nos quedamos con las ganas de continuar la cresta al Sabocos, pero bueno, siempre está allí.






Fecha real: 06/10/2013
Cartografía: Editorial Pirineo nº3, Valle de Tena-Vignemale
Desnivel: Unos 750m.
Tiempo invertido: 6 horetas

Fotografías: La del Ibón de Asnos es cortesía de Tato ¿a que es maja?

8 comentarios:

David Naval dijo...

Hola Pirene,
Pues ese mismo día andaba yo por allí cerca, un poco más al norte, con Elena, por la Selva de Sallent.
Esas cabras viven allí o qué. Te quieres creer que las dos veces que he subido siempre están las condenadas. Hay una negra que me mira con ojos de belcebú, que miedo.
Pues si llego a estar yo no te extrañe que nos hubiéramos metido en la cresta a Sabocos, que la tengo entre ceja y ceja... Pero yendo solo no me decido, con la cabra diabólica mirándome...
Un abrazo. No te han quedado mal las fotos con el móvil oye.

Luis Mata dijo...

Pues si, esas cabras para mi que las tienen allí atadas, jaja. Yo las veces que he estado por allí también las he visto, eso si, no me he fijado si la negra me miraba mal, se la dejaremos a David para que la toree...

Un saludo!

J. M. N. dijo...

Pues que sepáis que yo conozco al dueño de las cabras y si, efectivamente, viven allí. Cuando nieva se bajan a las agujas de Lasieso pero esos bichos no han visto un tejado encima suyo en su vida.
Muy chulas las fotos y muy majo el sitio.
Cada vez subes más alto...al final habrá que quedar para hacer un tresmil o puallí ¿no?
Hala, maja (y compañía)...saludos.

silvia dijo...

Duda de las cabras resuelta, yo también las he visto siempre ahí, y le dan un toque majo a la montaña tú.
A la cresta te acompaño cuando quieras que me encantó.
Y por cierto, las fotos son chulísimas!!!
Venga maja, a seguir disfrutando d'o monte. Un abrazo!

Pirene dijo...

¿Con la cabra negra os referís al choto que casi se come a Bonito? jejeje!!!

Pues parece que le han salido novias y novios a la cresta esta eh!!!! pos nada, se apunta en pendientes.

J.M.N. Lo del tresmil ya me viene bien ¿cuándo quedamos? ¡que no he hecho ninguno aún este año! y mira que tengo pendientes a porrillo.

Gracias por lo de las fotos! casi se diría que me salen mejor con el móvil que con la cámara... es cuestión de colores, estas están un pelín editadas.

Ale pues! Salud y monte para todos y todas y gracias por pasar.

Bruno dijo...

La cresta a Sabocos no plantea problemas salvo un paso de II+ en una zona con patio, asequible sin problemas yendo con gente experta, la bajada desde Peña Sabocos es guarra de veras.
Las marcas rojiblancas creo que son de una variante no oficial del GR-11 que se pintó hace muuchos años de las cuales hay marcas al sur de la Partacua y Tendenera. ( Perdona por la clase-chapa).
Un saludo

Eduardo Pardo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eduardo Pardo dijo...

Hola Pirene, te estas vas a poner fuerte como un toro, estás que no paras, guapa actividad, veo que para subir por la zona necesitaré echarme el capote por si las moscas, y a la cresta del Sabocos, yo también me apunto, saludos