Llevamos todo el verano comentando con Tato la posibilidad
de hacer algún pico que salga desde el Lac de Artouste para coger el famoso
trencito turístico que sale desde el Lac de Fabregues. Tras descartar el Palas o el Arriel porque se
nos hacen un pelín técnicos para nuestra experiencia, finalmente, Tato me
propone el “Le Lurien” y me manda una reseña de un blog que me cautiva y en
seguida contesto que sí, el sábado vamos allá.
Así pues, salimos Tato, Novia (la de Tato, se entiende) y
Servidora de ustedes desde Güeskonsin directos a la frontera de El Portalet
para pocos kilómetros después desviarnos a la derecha siguiendo los carteles
publicitarios del “Petit train de Artouste”.
Llegamos pocos minutos más tarde de lo esperado así que perdemos el tren
de las 9 y tenemos que esperar al de las 10 que en poco menos de una hora
contemplando el valle y contando marmotas, nos deja cerca de la presa de Artouste.
Empezamos a andar más bien tarde para mi gusto pues son ya
las 11 de la mañana. Además, como somos
un trío de empanaos de mucho cuidado y lo estamos flipando con la belleza del
entorno, nos dejamos el desvío que tenemos que coger y empezamos a bordear el
lago hasta que a Tato ¡menos mal! le entra el talento y me hace sacar el mapa
para darnos cuenta que hace rato estamos andando contradirección.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta un puente metálico que
hay justo antes de la presa y avispamos la vista hasta que encontramos la senda
que no está ni señalizada ni nada, pero para que se me entienda, si uno va
despiertillo (no como nosotros) lo que hay que hacer es desde el puente ir
buscando una sendita a la derecha que pasa junto a un mini-ibón de aguas
cristalinas como los zapatos de cenicienta.
Ahora ya vamos bien encaminados, la senda, aunque
estrecha, está bien marcada y provista
de hitos. Primero vamos paralelos a las
vías del tren pero pronto giramos a la izquierda para bajar un cacho que
volvemos a remontar para ganar un pequeño colladito que nos lleva al circo que
tenemos que atravesar para llegar al Col du Lurien, aquí los hitos nos pueden
liar pues los hay a izquierda y derecha y, aunque a Tato le llaman los
izquierdos a mí me dan mejor rollo los derechos que tienen pinta de ir
flanqueando suavemente hasta el collado cosa cierta y agradecida, allí nos
plantamos en un periquete y paramos a repostar que entre trencitos, embarcadas
y demás llevamos buen rato en marcha.
Desde aquí ya contemplamos el Lac Lurien por donde pasaremos
a la bajada. Ahora el camino se junta
con el que viene directo de Fabregues y empezamos a ver gente que baja, aunque
la cima no se deja ver la puñetera.
Estamos animados porque sabemos que nos esperan unas vistas tremendas
aunque a partir de ahora nos va a tocar sufrir un poquillo.
Empezamos por una pedrera muy pisada y siguiendo hitos. Pronto distinguimos el primer resalte que
tenemos que superar pero aquí la senda que está más marcada se dirige a la
derecha de la pared y otra menos marcada hacia la izquierda, Novia y yo nos
dirigimos a esta y Tato se nos va a la derecha.
Nosotras nos cruzamos con una pareja que baja y nos dice que vamos muy
bien por aquí, nos guardamos los bastones y empezamos a trepar. Al poco Tato nos avisa que se nos une, por
donde él ha ido está más empinado y húmedo…. ¡¡¡¡aaaaiiiinsss hombres!!!! Más
le hubiera valido hacernos caso desde el principio… si es queeee….
Otro cachito de pedrera con senda empinada pero cómoda de
andar, nos deposita en una canal estrechita y sencilla de trepar tras la cual
siempre por zona empinada y descompuesta pero que agarra bien, alcanzamos la
arista cimera desde la que ya vamos contemplando las pedazo de vistas. La arista no es especialmente afilada pero
tiene su patio, así que china chana y con cuidadín llegamos a la cima del
Lurien donde no puedo evitar empezar a saltar de alegría por la belleza del
entorno.
Hacía tiempo que no tenía esta sensación… digamos… ¿alpina?,
esa sensación de estar descubriendo algo nuevo, de poder, de plenitud, de
satisfacción y de gozo que siente una al encontrarse en las alturas sin que
nada tape a nada. Se ve todo y si no
fuera por las nubes, la miopía de unos y el astigmatismo de otras, veríamos
más.
Bueno, ya está bien de hacer el tonto. Lo cierto es que, entre la embarcada del
principio y esperar a Tato en el primer resalte, nos ha costado más de lo
pensado llegar hasta aquí y aún nos queda toda la bajada directa hasta
Fabregues que van a ser 1.600 metracos a piñón.
Repostamos un poco y empezamos a bajar muy poco a poco y con muuucho
cuidado, el terreno es descompuesto y aunque agarra mejor de lo que parece, no
hay que descuidarse.
Llegamos por fin al Lac Lurien donde paramos a comernos los
bocatas que entran como faisán a las finas hierbas oyes ¡que nos los hemos
ganado de bien!. No nos entretenemos
mucho sabedores de que aún queda buen trozo y aunque sea por “senda buena” el
desnivel y la distancia nos indican que esto va a ser un rompepiernas de esos
de recordar para siempre.
Al poco de re-emprender la marcha nos encontramos un refugio
metálico destartalado y a partir de aquí noto que Novia camina muy lenta,
parece que le ha dado la tan temida pájara y no es para menos que la moza
tampoco está acostumbrada a estos sobos.
Pos nada, despacico y acompañándola todo el rato. Charrando y haciendo payasadas para
entretenerla. Haciendo pequeñas paradas
para enchufarle barritas y geles energéticos, aquarius y agua a mansalva, vamos
recorriendo la senda que baja sin piedad dejando el barranco de desagüe del
ibón a nuestra izquierda. Pasamos otro
refugiete más pequeño pero apañadito y nos adentramos en un bosque donde la
pendiente se acentúa mientras empieza a atardecer. Le pido a Tato que se adelante a buscar el
coche para ahorrarnos el trozo de carretera que sería un agobio para Novia y
también para mis rodillas que de tanto frenar las llevo en salmuera viva y así,
poco a poco y con paciencia, llegamos a la carretera y enseguida llega Tato que
ha corrido como un lebrel para salvar a su moceta que se ha portado como una
campeona de campeonato y valga la “rebuznancia”.
Ahora ya directos a casa a deleitarnos con la alegría de
haber conseguido una de las cimas más bonitas que he subido hasta ahora, de esas triunfadas de recordar siempre e
incluso volver. La cerveza del triunfo cada uno en su casa, bueno yo en el "Tomate Jamón" que me estaban esperando, pero esto es otra historia.
No la recomiendo a
principiantes o gente poco entrenada. Aunque
el desnivel de subida sea relativamente llevadero, las trepadas aunque
sencillas requieren algo de costumbre en roca y un pelín de talento para buscar
el mejor itinerario pues, como suele ocurrir, aquello está plagado de hitos que
lían al más pintado. Resumiendo: una
ascensión difícil, informarse y prepararse bien antes de ir.
Fecha real de la triunfada: 14/09/2013
Desnivel de subida: más o menos 950m.
Desnivel de bajada: más o menos ¡¡¡1.600m. a caraperro!!!!
7 comentarios:
Preciosa cima Pirene.
Yo tengo un recuerdo muy bonito de un megarecorrido circular que hicimos ascendiendo a ese pico.
Por lo que cuentas, creo que Tato novia también se acordará toda su vida de esa excursión, je, je. Espero que ya esté recuperada.
Bueno, un abrazo.
Que nivelazo te llevas. Ademas combinando medios de transporte: Coche, telecabina, tren, bota. Habrá que rescatar de tus excursiones a noviatato?, por favor no los espantes.Las fotos chulas. Saludos.
Pero qué majo es el Lurien!!! Con sus laguitos, sus marmotitas, su trenecito, sus 1600 metrakos de desnivel!!!!
Muy buena elección. Este es otro de los que hay que subir una vez en la vida.
Saludos moza y compeed, o como se escriba, para Tatonovia...
Pa rato me pillan a mi subiendo esas gleras sin nieve.
Te recomiendo visitar el Lurien con nieve ( Mas ambiente que dificultad real):http://montesparatodos.blogspot.com.es/2011/11/pico-lurien-y-punta-2650-13-11-2011.html
Saludos.
DAVID: Sí, es preciosa y muy agradecida. Ví tu reseña pero era mucho para nosotros.
ENRIQUE: ¿Nivelazo? ¿Yo? jajaja ¡no hombre no!
JMN: Sólo una vez en la vida no! yo pienso repetir ¡me encantó!
BRUNO: He visto tu entrada y ya te digo que yo en esas condiciones no me meto ni farta vino, que no tengo aún la técnica necesaria (ni sé si la tendré algún día.
Que sepáis todos que Novia está estupendamente y encantada de la hazaña ¡ya tenemos una nueva adepta a la causa!.
¡Salud, monte y orujo que corran a raudales!
Me encantó el Lurien!!!
Qué envidia cochina tengo!!
A ver si acaba este dichoso mes que nos está malmetiendo el cuerpo aunque nos esté divirtiendo, y volvemos al monte que nos reporta todo eso tan explicito que tu cuentas de poder, plenitud y satisfacción.
Un beso maja, y nos vemos!
Nada niña, que hay que cambiar de actividad de vez en cuando, así luego se coge el monte con más ganas (si cabe) ¡que este años estamos tod@s encenegad@s!, a ver qué tal se presentan los fríos, yo ya tengo el forro fijo en la mochila ¡aaarrggg!
Besicos y eso ¡nos vemos!
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