miércoles, 20 de marzo de 2013

De Nocito a la Ermita de Sescún y viceversa


¡Ay que poco me gusta madrugar los sábados!, pero últimamente parecen ser los mejores días para salir al monte, así que ¡ala! A las ocho (nada más y nada menos) de la mañanita ya estábamos arribando a Nocito donde habíamos quedado con J.M.N., Yeti, Pol y Luisa para darnos una buena vuelta por la zona.  Es lo que tiene esto de los blogs, conoces gente interesante y ¡ale!.

En llegar, mochilas a los hombros y a andar saliendo del pueblo para buscar la pista paralela al Guatizalema que pronto abandonamos para adentrarnos en una senda que se desprende a nuestra derecha.  La idea es alcanzar el Dolmen del Palomar, donde aprovechamos para una primera parada de avituallamiento.


Bien avituallados y conversados, continuamos la senda muy bien marcada de esas típicas de Guara con sus subidas, bajadas y “llaneos o planos” que nos deleita con las vistas de la cara más imponente del Fragineto a nuestra izquierda.  El camino serpentea para cruzar los barrancos Palomar y Fondo, tras el cual nos encontramos el desvío que tomaremos para el regreso.  Un poco de subida y nos plantamos en las inmediaciones del Cuello Salillas desde donde ya divisamos las ruinas del Mesón de Sescún hacia donde nos dirigimos



Ya desde Cuello Salillas se contempla el Borón y sus inmediaciones y una vez en el Mesón, no queda otra que echarle una foto para recordar que el ataque de agujetas de hace unas semanas valió la pena.  Desde aquí y hacia nuestra derecha, continúa la senda que en poco rato nos lleva directa a la Ermita de Sescún.  Aquí decidimos hacer la comida “fuerte” del día así que empiezan a correr las tortillas, longanizas y el vino que acompañan la interesante conversación con estos “zagales” llenos y ávidos de información.

Empieza a hacer frío y, al caer las primeras “bolisas” de nieve, decidimos emprender la marcha de vuelta.  Para darle sentido circular a la excursión, volveremos por el camino que se utiliza más habitualmente para alcanzar este paraje.  Así que en el cruce de caminos elegimos nuestra izquierda para, bajo lluvia primero y nieve después ir remontando el camino que nos adentra en la Sierra de Gabardiella.  Ahora ya no hay paradas pero sí conversación y “entre pitos y flautas” quejidos por la meteorología y quejidos por los sube y bajas del camino, nos plantamos en la Pardina de Orlato.  Ahora sólo queda buscar la carretera de Nocito por la que andaremos hasta encontrar el desvío de la GR1 que nos llevará de regreso bajo la nieve a ratos, lluvia a ratos.


Llegando al pueblo y por unanimidad se decide ir a buscar el bar para tomas las bien merecidas cervezas.  Pues no.  Aquello parecía un pueblo fantasma, oyes, que en otros pueblos siempre notas como se abre alguna ventana a tu paso, aquí ni eso.  Ni bar del camping ni ná.  Así que algo cabizbajos sin nuestra cervecita, regresamos a los coches donde nos despedimos con la promesa de repetir compañía.

Fecha real de la excursión: 16/03/2013
Cartografía: Editorial Pirineos nº7 (Parque de la sierra y los cañones de Guara)
Fotografías: Las de “seco” con la cámara, las de “mojau” con el móvil



4 comentarios:

J. M. N. dijo...

Bien majo el día, si señora. Aún con el tiempo inestable y ligeramente cabronzuelo.
Lo mejor de tu crónica, sin duda, la etiqueta de "socializando pol monte" ¡pa qué! hala, salú y vino en bota (de la Real Sociedad, a poder ser)

POL dijo...

Acojonante el día, más que más por la compañía, curioso lo de conocer gente tan interesante a través de la red.
El camino "plano, plano", verdad que si mesacha??
Y con la tontería de los zaborros, más de 15 kilos pesados con romana.
Salú

POL dijo...

Ah!!!, lo de la etiqueta lo dices por lo de "pol", no???

Pirene dijo...

Ya veo que cumples tus amenazas eh POL (monte) jejeje!

Güeno mozés! ya repetiremos ya!