20 de junio de 2020
Desde el Portalet, mirando a Francia, es inevitable embelesarse con el señorial porte de su majestad el Midi D’Ossau. Si acaso, una puede girar la cabeza a la izquierda y entretenerse un poco con el pequeño Penne de la Glere que también tiene su cosa. Pero pocas veces nos miramos a la derecha, hacia el Este, donde se yerguen pequeñas y silenciosas las montañas del Puerto Viejo de Sallent, muy transitadas en invierno por su accesibilidad en raquetas y esquíes pero menos llamativas en verano, rodeadas de tanto gigante.
Pues
como siempre me han gustado las montañas poco famosas, hoy nos vamos
al Peiralún con Cheles, mano a mano, porque nosotras lo valemos.
Desde
Huesca, nos llegamos hasta las instalaciones de las pistas de esquí
de Formigal y aparcamos en el último aparcamiento, justo antes de la
frontera de Portalet. Desde aquí, cruzamos la carretera y
arrancamos a caminar por la ladera campo a través hasta encontrarnos
con el sendero que viene desde la frontera y que nos lleva hasta el
Puerto Viejo de Sallent.
Ya
estamos a los pies del Peiralún y siguiendo el track de mi querido
David del blog “Buscando Bucardos” vamos a atacar la ladera Sur-Oeste de la montaña. No hay sendero evidente, pero haciendo caso al GPS y
con un poco de talento, vamos progresando zeta tras zeta hasta
encaramarnos en el hombro O del discreto pico Baldetosas hasta el que llegamos hambrientas, así que paramos a almorzar disfrutando las vistas de la urbanización de
Formigal y la Peña Foratata.
Cima de Baldetosas. De fondo, Peña Foratata a la izquierda y el pantano de lanuza a la derecha |
Peiralún y L'Ouradé |
Para
reemprender la marcha, continuamos dirección Este en busca del
hombro donde, ahora sí, nos encontramos el empinadísimo sendero que
nos lleva hasta la antecima del Peiralún. Desde aquí contemplamos
la amenazante cresta sobre la que tanto hemos leído. Dejamos aquí
las mochilas, nos armamos de valor y comenzamos a recorrerla con
mucha cautela y concentración. Superamos un primer tramo bastante
seguro siguiendo trazas pisadas a la derecha del límite de la arista
hasta llegar a un segundo tramo, muy descompuesto, donde el tipo de
roca cambia y nos hace aguantar la respiración jugando a los
funambulistas hasta alcanzar una pequeña trepada que nos deposita,
por fin, en la cima. Orgullosas y cansadas pero cautas, tras un par
de fotos, regresamos nuestros pasos hasta la antecima.
Al terminar la parte "fácil" de la cresta, la roca cambia unos pocos metros antes del último trepe a la cima |
Acceso a la cima |
Vistas al sur y la antecima |
Ya
que tenemos el track de David, que es más que fiable, vamos a
completar una circular adentrándonos en Francia para lo que primero
seguimos el cordal norte hasta que nos encontramos en el collado con
otro pequeño pico (Geurge de Peyrelue, según IGN) y giramos a
nuestra derecha para bajar al coqueto vallecito del Barranco de
L’Ourade. Descendemos por la senda pendientes de girar en algún
momento a nuestra izquierda para poner rumbo Oeste de regreso a
España y así lo hacemos cuando llevamos aproximadamente unos 400m
de desnivel descendido, cruzando el barranco y echando un último
vistazo al pico que desaparece por nuestra izquierda.
Una de esas piedras nos mira |
De derecha a izquierda: antecima, la cresta y la cima |
El Peiralún se queda ya lejos a nuestra izquierda mientras cruzamos el barranco |
Ahora solo nos queda flanquear la ladera buscando la mejor senda,
pues hay unas cuantas, hasta encontrarnos de vuelta en el Puerto
Viejo de Sallent donde paramos a comer. Descansadas y satisfechas, solo nos queda darnos un agradable paseo de regreso al coche.
Ascensión sorprendente y muy bonita. Un pequeño gran pico cuya antecima es fácil de culminar, pero no así la cima principal que se reserva solo a iniciados.
Desnivel: 700m
Distancia: 10km
Tiempo invertido: 6h
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