Sábado, 30 de mayo de 2020
¿Quién nos iba a decir que algún día nos veríamos metidos en una película de domingo por la tarde? y sin embargo, aquí estamos, supervivientes asustados y preocupados por un futuro que ya era preocupante pero que ahora se presenta recordándonos que todo es posible.
¿Quién nos iba a decir que algún día nos veríamos metidos en una película de domingo por la tarde? y sin embargo, aquí estamos, supervivientes asustados y preocupados por un futuro que ya era preocupante pero que ahora se presenta recordándonos que todo es posible.
Y como todo es posible, yo me lanzo a por el lado positivo de las cosas y aunque finalmente pocas realidades han cambiado, la naturaleza sí ha aprovechado la oportunidad y nos brinda esta primavera su cara más amable y hermosa. El Pirineo nos abre sus brazos y yo me entrego encantada a mi gran amor ¡faltaría más!
Mucho he divagado sobre cuál sería la primera excursión tras meses soñando, pero la realidad puede ser mejor que un sueño, así que de pensar que mi primera salida sería sola para culminar alguna triunfada loca, he terminado acompañadísima por mis jóvenes castoras con las que hemos acordado una excursión sencilla para regresar poco a poco, preparando los cuerpos y disfrutando lentamente del camino, que se hace al andar.
Las jóvenes castoras disfrutando de la Punta Escarra y del Ibón de la Sierra que está a sus pies |
Arrancamos desde Huesca. Chus, Cheles y Servidora de Todos Ustedes, dirección Sabiñánigo y desde aquí, nos introducimos en el Valle de Tena para desviarnos hacia Tramacastilla de Tena, población que atravesamos pendientes de encontrar una especie de armario de puerta metálica negra donde se esconde la máquina expendedora de los tickets que abren la barrera de acceso a la pista que empieza en la rotonda de salida de Tramacastilla hacia Sandiniés. La recorremos hasta el Ibón de Tramacastilla y aparcamos aquí.
Arrancamos a caminar desde el Ibón de Tramacastilla |
Empezamos la ruta siguiendo la pista en dirección Norte, recortando allá donde podemos hasta cruzar el puente sobre el Río Escarra para continuar a nuestra izquierda, Oeste, por la pista disfrutando del valle verde intenso como los lápices de colores que usan los críos, con el objetivo del refugio de la Mallata de Casa Acumuer que queda al fondo a nuestra izquierda.
Una vez aquí, buscamos una senda que debe salir a nuestra derecha y, aunque nos cuesta un poco pues todo está vestido tras estos meses de tranquilidad y ausencia humana, la encontramos por fin, nada evidente, justo tras una rueda de camión que no sabemos muy bien por qué está aquí tirada (decorativa no resulta en absoluto, que lo sepa el que la puso, si eso). Llevamos 4km caminados y apenas 100m de desnivel ganados.
Abajo, a la derecha, la Mallata de Casa Acumuer con el Refugio sobre las flores amarillas, punto de orientación para buscar la senda |
Lo poco transitado de la zona y el respiro que han disfrutado los montes, hacen que la senda esté poco pisada y definida, así que hay que ir acertando y combinando las trazas que vamos adivinando. También alguna marca blanca y roja, suponemos que de la antigua GR11, nos va indicando la mejor dirección para trazar una amplia curva hacia el Oeste cruzando el Barranco de la Sierra que hasta ahora ha quedado a nuestra izquierda, para seguir recto con otro Barranco a nuestra derecha, dejando el de la Sierra a nuestra espalda. Así, sin darnos cuenta, alcanzamos el Ibón de la Sierra.
En cuanto ganamos algo de altura, se abre ante nosotras el rincón de Balsera, no lo sabemos aún, pero por ahí volveremos |
Explosión de color en el Barranco de la Sierra |
Vista al Oeste |
Vista al Este |
Tras almorzar y charrar un buen rato, sacamos el mapa para estudiar la zona en busca de un regreso diferente ¡y lo encontramos!. Aunque no hay una senda marcada, la intuición y las curvas de desnivel del mapa, nos dicen que es factible continuar adelante para descender por las Hoyas de Balsera y así culminar una circular bien maja.
Así que, dejamos el Ibón a nuestra espalda y nos introducimos en un mini-valle colgado dejando un par de cotas a nuestra izquierda. Vamos campo a través, sin senda definida más que alguna traza que nos ayuda a orientarnos siempre dirección Oeste ladera abajo hasta alcanzar el Barranco Canal de Balsera. Lo cruzamos y giramos a nuestra izquierda para cambiar de dirección e incorporarnos a la senda que recorre el valle del río Escarra, dirección Este, hasta que el camino se ensancha y se convierte en la pista que habíamos abandonado esta mañana, pronto cerramos el círculo y desandamos nuestros pasos hasta el coche sonrientes y encantadas de nuestro regreso a la actividad montañera.
Una vez cruzado el Barranco Canal de Balsera, éste queda a nuestra izquierda y nos incorporamos a la senda
Curiosa mini-aguja. A nuestra izquierda queda el naciente Río Escarra, alimentado por los Barrancos de La Sierra y Canal del Balsera |
Último vistazo atrás |
Encantadora y muy fácil excursión, apta para todos los públicos que solo requiere algo de experiencia u orientación en montaña, debido a los tramos de campo a través. Por lo demás, caminar y disfrutar.
AQUI el track. Desnivel: 475m. Distancia: 14km. Tiempo invertido: 5h15min.
2 comentarios:
Hola Pirene.
Mira, pues un ibón que no conozco, veo que poco a poco le van poniendo peaje a todas las pistas de pirineo ... así que para no pagar mejor en bici. Esa pista que tal está?
Un saludo
A mí me parece muy bien que cobren por las pistas, es una manera de colaborar en el mantenimiento y de regular visitantes.
Esta pista está muy bien, tanto para coche como para bici.
¡Gracias por pasarte Eduardo! ¡salud!
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