miércoles, 2 de mayo de 2018

GR11 del Mediterráneo al Cantábrico. Etapa 1: Cap de Creus-Llançá


Tras pasar la noche en Cadaqués, nos recoge nuestro “Eco-taxi” en la puerta del hostal para llevarnos hasta el Faro del Cap de Creus en una mañana fresca y desapacible con un viento que incluso me hace perder el equilibrio un poquito.

Desde el faro, buscamos y seguimos las señales de la GR11 que nos llevan hasta el Cap de Creus, donde ponemos en marcha el GPS para iniciar el recorrido de esta mítica senda Transpirenaica. Casi estamos nerviosos y todo, nos espera un más que largo camino hasta el Cabo de Higuer, pero de momento nos centramos en la etapa de hoy, que tiene lo suyo.


Cap de Creus y primera (o última) marca de la GR11

Estamos lo más al Este que podríamos estar, así que si no queremos darnos un chapuzón, lo suyo va a ser comenzar a caminar dirección Oeste siguiendo las señales de la GR. Al llegar al faro nos encontramos con la carretera y, de repente, perdemos las señales blanqui-rojas. Pues nada, por lo que he leído hay que ir un rato por la carretera cosa que hacemos para pronto, tras una curva muy cerrada, reencontrar a nuestra izquierda las señales de la GR11 que aquí se solapan con las de la GR92. Ya solo nos queda seguir las marcas cruzando algún pequeño barranco seco y atravesando un terreno rocoso típico costero mediterráneo, con sus matas bajas, su arena y sus rocas.


Durante los cuatro primeros kilómetros, tenemos la carretera siempre a nuestra derecha. La cruzamos y continuamos adentrándonos más al interior aunque el mar siempre queda presente a nuestra derecha. Pronto nos incorporamos a una pista, siguiendo las marcas roji-blancas y las señales de GR11. Luego la abandonamos, más o menos en el octavo kilómetro, para continuar por la senda que nos lleva a descender a la Riera de Tavellera para luego recuperar lo perdido en fuerte pendiente. Nos encontramos con otra pista por la que continuamos a nuestra izquierda hasta llegar al Coll de Mao donde nos encontramos una pequeña Masía.



Continuamos por la pista y alcanzamos un alto donde un peculiar cartel nos indica el desvío a nuestra derecha, para abandonar la pista y por senda bajar el Barranco Talabre. Volvemos a ascender y observamos a nuestra espalda una construcción que es la Masía de Empaltre. Otra bajada y otro barranco seco nos deposita en las inmediaciones de la Ermita de San Baldiri.



Masía de Empaltre

San Baldiri

Una fuerte pendiente nos deposita en una pista que seguimos a la derecha en franco descenso para ir entrando en las primeras casas de Port de La Selva, hasta donde llegaremos tras rodear un cabo. En el puerto aprovechamos para sentarnos en un restaurante a comer (que raro se hace comer en un restaurante de playa mientras se está de senderismo).

Bajando a Port de la Selva

Vistas desde el Cabo de la Cruz, detrás, más allá, está Llançá

Último vistazo al Port de la Selva

Desde el mismísimo Puerto, decidimos abandonar la GR11 y adentrarnos en la GR92 perfectamente indicada e imposible de perder pues se trata del Sendero de Gran recorrido que recorre (valga la redundancia) la costa mediterránea peninsular española, de Cádiz a Gerona. Elegimos esta opción para ahorrarnos desnivel y porque nos hace ilusión caminar al borde del mar, pero la verdad casi hubiera sido preferible continuar por la GR11 aún con su desnivel pues estos últimos diez kilómetros se nos atragantan ya que prácticamente todo el tramo está acondicionado con diferentes materiales, lo que le aporta una dureza insufrible para unos pies que llevan ya una buena kilometrada. Pero bueno, siguiendo siempre el borde costero, sin pérdida, llegamos a Llançá donde nos toca dormir hoy.

El Cap de Vol

Digamos que esta primera etapa ha sido muy bonita en su primera mitad y algo decepcionante en la segunda. Fácil aunque duro recorrido por su longitud.


AQUÍ el track

Fecha real: 02/04/2018
Desnivel: 530m
Distancia: 26km
Tiempo invertido: tranquilos y con paradas, 8h.

2 comentarios:

Mariano Antonio Javierre Lacasta dijo...

¡Hola Pirene!
Compartimos contigo que hacer el Pirineo de mar a mar es toda una experiencia.
Hay algunos que lo hacen de tacada o en un par de periodos, me parece una empresa difícil mentalmente hablando, por disponibilidad de tiempo también y por desgaste físico. Nosotros lo emprendimos hace muchos años sin programa temporal y se nos llevo 20 años en 31 etapas. Los hicimos por libre, llevándonos la comida, con la tienda y sin buscar albergues para dormir, eso os limitará bastante pero a cambio las mochilas pueden ser de paseo.
Hay zonas de todo, unas gustan más y otras menos y algunas se hacen por terminar solamente.
¡Os deseamos suerte y que no tardéis tanto como nosotros!

Pirene dijo...

¡Hola Mariano! un placer tenerte por aquí... todo un histórico montañero en mi blog, que ilusión!

Sí, esperamos tardar menos de veinte años, que ya tenemos una edad jejeje

Gracias por pasarte y por comentar.

Un abrazo.