11 de septiembre de 2021
¡Hurra! hoy es día muy grande. Por fin, después de ni sé cuánto tiempo, mi amiguísima Mariajo se viene conmigo de excursión... estoy que no quepo en mí de pura alegría e ilusión.
Hace tiempo que tengo en la cartera de pendientes la Punta Lierga, ese "mogote" que se ve desde la carretera de Aínsa a Francia, entre Peña Montañesa y Cotiella, que parece imposible de ascender, pero que, como todos (o casi todos) los montes tiene su cara amable. La que vamos a transitar hoy.
Las Peñas de Artiés y San Martin presiden las pocas vistas en un día tan nublado como hoy |
Hemos quedado con Kankel en Aínsa, así que tras recogerle, continuamos carretera arriba hasta el desvío que, a la derecha, se introduce en el valle de Chistau por cuya carretera nos llegamos hasta Saravillo, localidad que atravesamos en busca de la transitadísima pista del Ibón de Plan, a la que accedemos previo pago de tres euros en una máquina expendedora a su entrada. Pero no queremos ir al Ibón, sino al Refugio de Santa Isabel para lo que hay que estar atentos de coger el desvío señalizado a nuestra derecha.
Ya en el refugio, aparcamos y comenzamos a caminar, dirección oeste, adentrándonos en el bosque. No hay pérdida, la senda está bien pisada y comienza directamente en muy claro ascenso en busca de sortear las paredes Norte del Cantal, un corto tramo de una graciosa faja nos deposita en una pedrera que atravesamos sin dificultad al estar bien pisada y trazada la senda que, sin embargo, ahora se difumina. Pero no hay problema, llevamos el track de nuestro David "busca bucardos" que nos lleva a buscar el filo del hombro Norte que nos hace sudar de lo lindo hasta llegar al alto donde descansa la Balsa Lierga, seca a estas alturas del año. Ya queda muy poco, dejamos la Balsa a nuestra izquierda y continuamos por un terreno mucho más amable, superando un par de lomas hasta que vemos el vértice geodésico al alcance de la mano. Hacemos cima contentos pero sin vistas, cubiertas por las nubes bajas típicas de finales de verano que molestan más que mojar. Cuatro malas fotos y para abajo.
Caminamos por el filo y la cima parece lejana, aquí a la derecha de la imagen |
Las nubes nos dejan sin vistas desde la cima |
Para disfrutar un poquito de este encantador mini macizo, decidimos recorrer su circo en sentido antihorario. Así que descendemos hacia el Sur-Este hasta, más o menos, la cota 2.200m sobre la que llaneamos un rato disfrutando un calmo y solitario ambiente que nos sorprende con el avistamiento de una familia de sarrios de la que el macho se nos enfrenta hasta que le dejamos atrás en nuestro camino hacia la Punta Betrín desde la que continuamos, ahora sí, el descenso, ahora con orientación NO, hasta cerrar el círculo de regreso en la hoya de la Balsa Lierga desde donde nos reincorporamos a la senda de subida. Ya solo nos queda desandar nuestros pasos hasta el Refugio.
Empezamos la bajada, dejaremos un par de cotas a nuestra izquierda de camino a la Punta Betrín, al fondo |
Emocionante encuentro |
Que pena que esté seca la Balsa Lierga |
Ya de regreso en la pedrera, apreciamos la verticalidad de la ruta |
Peña Montañesa al fondeo, desde las inmediaciones del Refugio de Santa Isabel |
Ascensión de dificultad media, corta pero exigente. Una pena que nos haya salido el día nublado, las vistas tienen que ser geniales, así que os recomiendo que busquéis un día despejado pero preferiblemente de otoño o primavera, que aquí el sol pega de bien.
Desnivel: 800m
Distancia: 8km
Tiempo invertido: 5h30min
2 comentarios:
Hola Pirene.
Que bueno, que el monte sirva para reencontrarse con las amigas. Está montaña, solo la conozco de oídas, así que habrá que visitarla en primavera, para ver la Balsa Lierga con agua, y de paso, intentar alargar el recorrido, que ir hasta allí, cuesta un rato.
Salud y montaña.
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