sábado, 22 de agosto de 2020

Pico Mondarruego (2.845m)

 

5 de julio de 2020

 

Hace unos días, un amigo publicaba en Facebook una fotografía de las paredes de Mondarruego vistas desde la Sierra de las Cutas y leyendaba: “Ordesa siempre es Ordesa”.  Se me quedó grabado porque, si bien es cierto que visitar el Parque Nacional en su zona más concurrida puede resultar agobiante, también es cierto que en cuanto te alejas de las rutas tradicionales a la Cola de Caballo o las Fajas de las Flores o Pelay, el flujo humano disminuye y entonces una empieza a disfrutar la magnificencia y  belleza incomparables de este lugar.

Así que, cuando Juan me dijo que estaba pensando en subir al Pico Mondarruego, no lo dudé y enseguida quedamos para subir hoy, día en que también nos acompaña Kankel.

El Pico Mondarruego visto tras coronar las paredes de Carriata, aún nos queda un rato
El Pico Mondarruego visto tras coronar las paredes de Carriata, aún nos queda un rato
 

Madrugamos pues la jornada será larga y además, hay que asegurar sitio en el parking de la pradera donde llegamos bajo el frescor mañanero y aparcamos justo frente a la edificación del bar y la tienda, así estamos más cerca del inicio de la excursión. 

Arrancamos a caminar por la carretera dirección Sur y enseguida nos adentramos en la senda que parte por nuestra derecha llaneando paralela a la carretera hasta que se acerca a la antigua casa del guarda donde giramos a la derecha para iniciar el cómodo pero largo ascenso hacia el Circo de Carriata.

Tras pasar un resguardo de madera, típico del Parque Nacional, el bosque va desapareciendo y se abre ante nosotros la tremenda pared del Circo de Carriata (o Salarons, para los amigos) y unos metros más adelante, dejamos a nuestra derecha el desvío a las Fajas de Racón y Canarellos.  Seguimos por la senda y pronto el desvío hacia la “Fajeta” a nuestra derecha, nos indica que nos acercamos al paso cumbre de la jornada de hoy: las clavijas de Salarons (o Carriata, para los amigos) que se esconden tras una mini-travesía dirección Este desde la que vemos a nuestros pies la Fajeta por la que bajaremos esta tarde, pero ahora a lo nuestro.  El primer tramo de clavijas parece sencillo pero tiene un paso en el que hay que montarse a caballo en una roca tras lo que un par de pasos con apoyo nos deja de nuevo en suelo firme.  Por poco tiempo, pues el siguiente y último tramo es impresionante, una pequeña y vertical chimenea nos reta y a mí, particularmente, me eriza, pero ahí están Juan y Kankel haciendo de “maromos” dándome ánimo y seguridad hasta encaramarnos en lo alto de las paredes para continuar subiendo con la archi-famosa Faja de las Flores sobre nuestras cabezas a nuestra derecha.  Encontramos una sombra bajo la que decidimos parar a almorzar, que nos lo hemos ganado.

 

Tenemos sombra mañanera por el camino pero en el Tozal del Mallo empieza a dar el sol

El imponente circo se abre ante nosotros y dejamos a la derecha la entrada a la faja Racón

Flanqueamos bajo las paredes que en breve vamos a superar a través de las clavijas, no hay fotos, estaba ocupada


Tan concurrida como siempre, la faja de las flores sobre nuestras cabezas

El balcón de Salarons, desde aquí la sensación de vacío continúa

Desde aquí ya divisamos el pico que parece estar cerca.  Sin embargo, aún nos queda un buen “pechugazo” consistente en caminar, sin sendero evidente, siguiendo los hitos muy dispersos que nos van transportando por una zona kárstica que nos obliga a ir buscando los mejores pasos para superar un par de pequeños escalones tras los que nos ubicamos en la ladera Sur donde desaceleramos para ir progresando poco a poco, que la pendiente tiene lo suyo.

Desde abajo, venimos orientándonos por un pluviómetro que nos ha servido como punto de orientación.  Al pasar por él, cambiamos el rumbo hacia el norte enfilando la cresta que aún nos guarda un par de pasitos más donde apoyar las manos.  Pero después de lo vivido, esto es pan comido.  Y ya, sin más, llegamos a la cima tomada por un amplio grupo de franceses que han venido desde el puerto de Bujaruelo por la faja Tremosa.  Descansamos un buen rato durante el que nos quedamos solos y disfrutamos de aquello de “no hay silencio más hermoso que el silencio de un pico de montaña”, palabras de mi abuelo que siempre recuerdo en ratos como este.


Encaramados en el hombro Sur, aún nos queda una pequeña trepada y una buena rampa hasta la cima


Aambientazo a las espaldas



Zoom al Vignemale

Gabietos, Taillón, la Falsa Brecha y Monte Perdido al alcance de la mano

Para bajar, desandamos nuestros pasos pero en lugar de destrepar las clavijas, siguiendo el cartel indicador, nos vamos a la fajeta que también tiene lo suyo pues hay que destrepar unos cuantos escalones hasta llegar a la corta y aérea faja tras la que un último destrepe nos deposita de regreso a la senda que se nos hace eterna hasta llegar a la pradera y al coche.  Cambiadas botas por chanclas y secado el sudor, caen tres cervezas tres, una por cabeza.

Más ambientazo
Último vistazo al Tozal

Tremenda y preciosa ascensión solo apta para cuerpos entrenados e iniciados en la alta montaña.  Se cubre un amplio desnivel y se superan unas cuantas dificultades que requieren buena orientación y algo de pericia. 




AQUÍ el track, cortesía de Kankel 

Desnivel: 1.700m

Distancia: 15km

Tiempo invertido: 9h

1 comentario:

Eduardo Pardo dijo...

Hola Pirene.

Suele pasar en los espacios Protegidos, que marcan media docena de senderos, para tener a la gente vigilada y evitar de esta manera accidentes, pero una vez te sales de los habituales, la soledad suele ser la nota predominante.

Esta subida al Mondarruego, es sin duda una buena opción, se suba desde la Pradera o desde Bujaruelo, en ambas sale un desnivel muy potente y un recorrido precioso, las clavijas son sencillas, yo para mi vértigo prefiero ir por ellas que por la fajeta.

Un saludo