Hemos venido a pasar el finde a casa (la de su juventud) de Bonito del Norte y
según “meteoblue” vamos a tener un hueco seco (sin llover, aunque nublado) la
mañana del sábado. Así que desayunados y
pertrechados, arrancamos a caminar desde la puerta de casa, atravesando Gros en
dirección Este dejando la Playa de la Zurriola a nuestra izquierda. Atravesamos
la calle Zemoria y empezamos a subir las escaleras que nos depositan
directamente en el camino. Sólo tenemos
que seguir las marcas roji-blancas a las que tan habituados estamos.
Como bonito se sabe de memoria el lugar, me dejo guiar a
través del bosque de robles húmedo y bello como él solo. No hay pérdida posible, todo está señalizado. Llegamos al Albergue de Ulía y le damos una
vuelta a la zona para asomarnos al mirador desde el que antaño se cazaban
palomos. Luego regresamos a la GR y
empieza a llover, lo que nos obliga a acelerar el paso pero a ser cautos pues
el terreno resbala y caminamos sobre los acantilados norte de este coqueto
monte. Cuando nos acercamos al Faro de
la Plata, ya estamos empapados y la lluvia arrecia desde el Atlántico así que
continuamos por la pista directos a bajar a Trintxerpe y la parada del autobús
que nos tiene que llevar de regreso a Gros.
Nos observan |
Gros y la Zurriola, mi segundo hogar |
Muy fácil, bonita y encantadora excursión muy recomendable
para días de otoño cuando el colorido del bosque se combina con el azul del
mar. Más recomendable todavía si no
llueve.
Fecha real: 30 de noviembre de 2019
Desnivel: 500m
Distancia: 10km
Tiempo invertido: 2h30min
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